"Bueno, como sabemos que todos estáis pendientes de las negociaciones, vamos al lío". Así abría la rueda de prensa de cada lunes, tras la reunión del Consejo de Dirección de Podemos, Noelia Vera, la periodista, portavoz y diputada de la formación de Pablo Iglesias.

En realidad, y como todos los días, había hecho un pequeño discurso introductorio, en el que había introducido el tema del brexit y cómo puede afectar a España y a sus trabajadores, a la espera de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso este miércoles. La formación morada ha tratado de colocar el asunto en las prioridades informativas desde la vuelta de verano, pero con poco éxito más allá del de demostrar que están realmente preocupados por el asunto. Hasta la propia Ione Belarra se refería al asunto la semana pasada, cuando la reunión del jueves con la parte socialista para retomar las conversaciones de investidura...

Y "retomar" es el verbo que, si uno echa cuentas, más repite cualquier representante de Unidas Podemos desde que se han acabado las vacaciones. Ésas que ni Iglesias ni el jefe de la delegación negociadora, Pablo Echenique, se han tomado; ésas a las que pidió renunciar Enrique Santiago, secretario general del PCE y diputado por IU; ésas durante las que el presidente en funciones no ha encontrado un minuto para llamar a Iglesias.

En una comparecencia ante los medios acelerada como nunca, con pocas preguntas, cortada por lo sano al empezar a repetirse la circunstancia de que cada reportero le daba la enésima vuelta a un matiz para tratar de hallar un titular nuevo, Vera logró imponer el suyo: "Si lo retomamos donde estaba, estamos a horas de un acuerdo, y Pedro Sánchez lo sabe".

Otra vez el "relato"

Es decir, que volvemos a la pelea del "relato", ésa que se centra más en no encajar el gol de la culpa por ir al 10-N que en marcar el del acuerdo. En Podemos andan obsesionados por el asunto, aunque traten de huir de él. Y es que la presión socialista, es cierto, se centra mucho más en querer señalar a Pablo Iglesias como el causante de que el 25 de julio saliese no y de que ahora ya no esté en pie la oferta de entonces.

Por eso, Noelia Vera insistía en cada respuesta este lunes en dejar claro que "si nos llaman, en cinco minutos estamos en el Congreso con un taxi, y en cuestión de horas hay un pacto". A lo que añadía siempre la coletilla "si es que tienen voluntad política, claro".

Porque el asunto es que desde el jueves a las 21.30 horas no ha habido contacto alguno. Ni Calvo ha llamado a Echenique, ni Pedro ha llamado a Pablo, "aunque hemos sabido por los medios de comunicación que parece que quiere hacerlo". Fuentes de la dirección sonríen maliciosamente ante ese tipo de afirmaciones, porque en la formación morada se considera que el presidente ha hecho poco o nada por dejar de estar en funciones, y sus rondas de contactos han sido más cosméticas, para la foto, que reales.

"El problema no va a ser quién llama a quién", ha insistido la portavoz de Podemos, ante una pregunta referida a las declaraciones de anoche de la vicepresidenta Calvo en las que daba el palo -"no se van a sentar en el Consejo de Ministros y lo saben"- y la zanahoria al mostrarse magnánima diciendo que "si nadie llama a nadie, ya descolgaré yo el lunes por la mañana el teléfono para contactar con Echenique".

Ya es lunes a mediodía, y en Podemos se espera esa llamada pero, como siempre, querrán hablar de contenidos: cuándo, dónde nos reunimos, y si es para "retomarlo" todo donde estaba el 25 de julio. "Los documentos están hechos y nuestras posiciones están claras, falta saber si quieren un gobierno de coalición o ir a elecciones". Pues eso, al lío.

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