Ya son 13 días a bordo del Open Arms y los 151 rescatados que aún siguen en la embarcación no tienen un puerto seguro donde descansar. Este martes, según ha podido saber EL ESPAÑOL, varios de los inmigrantes han iniciado una huelga de hambre para pedir a la Unión Europea que encuentre una solución a su situación. Dicen que prefieren morir en el mar que volver a Libia.

En los últimos días, con la inacción de Europa, la tensión no ha parado de crecer. De hecho, ha habido varias peleas entre los rescatados porque no hay espacio suficiente para dormir en cubierta. Además, el espacio disponible se ha visto reducido porque se ha tenido que deshabilitar una zona por el temporal que se prevee para este miércoles con olas de más de dos metros.

Todos ellos vieron el lunes cómo otras dos mujeres enfermas y sus familiares (en total, ocho personas) abandonaron el barco al ser evacuados por las autoridades de Malta. Ellos, sin embargo, siguen a bordo. 

El ánimo pende de un hilo en el Open Arms

Los próximos en llegar a tierra serán dos bebés mellizos de nueve meses y sus padres. El capitán del Open Arms había solicitado la evacuación de los menores porque uno de ellos empezó a presentar dificultades respiratorias, tenía varias décimas de fiebre y el cuadro médico se estaba complicando. El martes por la tarde, la tripulación del barco recibió la autorización para llevar a cabo la evacuación.

Para atender a los rescatados y tras tres días de navegación, un grupo de médicos y psicólogos de la ONG de Óscar Camps llegó este martes al Open Arms para atender a los rescatados. Algunos de los que empezaron la huelga de hambre la han dejado. Según cuentan a EL ESPAÑOL desde la ONG, su número va variando porque están muy débiles.

Sin respuesta de Italia y Malta

Desde la ONG afirman que se sienten "abandonados". Tanto Italia como Malta les ha denegado el permiso para protegerse del temporal en sus aguas y siguen sin recibir respuesta de ningún tipo sobre la posible evacuación de los otros 29 menores que seguirán a bordo tras la evacuación de los dos bebés.

También explican que ellos han notificado a la embajada española en Malta que los menores cumplen los requisitos para ser considerados solicitantes de asilo (el barco porta la bandera española y, por lo tanto, es considerado territorio español), pero que tampoco son conscientes de ningún movimiento por parte del Gobierno para resolver la situación. No piden a España un puerto donde desembarcar -"eso significaría cuatro días más de travesía con todo lo que eso supondría"-, sino que "tome una posición firme frente a aquellos países que incumplen las leyes y los convenios internacionales".

El fundador de Open Arms, Óscar Camps, le ha recordado a Pedro Sánchez en Twitter el pasaje de su libro Manual de resistencia en el que se muestra orgulloso de acoger el Aquarius"¿Qué fue de aquel 'tenemos que hacer algo'?". Camps le ha pedido que deje de "mantener un pulso débil contra el Gobierno ultra de Matteo Salvini a costa de atacar a las ONG's" que operan en aguas del Mediterráneo.

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