El candidato del PP a la Alcaldía de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, ha admitido que "no le gusta Vox" y ha aconsejado al PP "evitar" pactar con este partido "de extrema derecha", ya que "son más las diferencias que los puntos en común" con los populares.

En una entrevista en RAC1, García Albiol ha dicho que el PP debería "evitar los acuerdos con Vox", porque el proyecto popular "es de centro derecha moderna" y el partido que lidera Santiago Abascal "no representa lo mismo".

En el caso del PP en Cataluña, García Albiol ha opinado que igualmente no debería aliarse con Vox porque tienen más diferencias que semejanzas, aunque coincidan "en algún punto", como "el sentimiento de país".

También ha defendido que, a diferencia de lo que dicen sus detractores, su candidatura -con la que se impuso el 26M con once concejales- no es de "extrema derecha", ya que, de serlo, "el 38 % de la población de Badalona votaría extrema derecha".

"A mí no me gusta Vox y en Cataluña no pactaría con esa formación", ha insistido antes de rebatir que su proyecto municipal "va más allá de las siglas" del PP y que bajo su paraguas "se sienten cómodos" simpatizantes socialistas, de Ciudadanos o "incluso independentistas".

Albiol también ha opinado que si en "una ciudad de izquierdas como Badalona (...) votan masivamente a una candidatura como la mía, es porque hay un proyecto de ciudad y no un extremismo".

"No se entendió" a Cayetana

En cambio, ha dicho que es "evidente" que el proyecto que defendía la diputada Cayetana Álvarez de Toledo para Cataluña el 28A "no se entendió" y ello provocó que Ciudadanos se erigiese "como una alternativa que defendía mejor los intereses de los catalanes que nos sentimos españoles".

Asimismo, ha vuelto a apelar al PSC para que permita su investidura como alcalde de Badalona y le ha pedido "que se deje de experimentos y tacticismos y nos pongamos a trabajar" porque, aunque "no pretende" que los socialistas entren en el gobierno, sí apuesta por "llegar a acuerdos de ciudad".

"Espero que el PSC sepa leer la voluntad de los vecinos y no tenga la tentación de caer otra vez en una jugada como la que hizo en 2015, cuando regaló la alcaldía a la CUP", ha señalado antes de abogar por que "Badalona no sea moneda de cambio de nada".