La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo ha aplaudido la actitud del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Pleno de este martes al tomar la palabra para recriminar a la nueva presidenta del Congreso, Meritxell Batet, las fórmulas de acatamiento de los presos independentistas, y ha justificado que el líder del PP, Pablo Casado, "hizo bien en no colaborar en ese circo dantesco".

Aun así, ha dicho que Rivera "está buscando la sustitución del PP" al adelantarse al líder del PP al tomar la palabra. "Hay batallas que una vez las ganan unos y otras otros", ha señalado este miércoles una entrevista en Onda Cero.

No le parece "preocupante" que se adelantara Rivera a los 'populares', porque, ha explicado, tras la constitución del Congreso el PP se sumó a la queja que hizo el líder de Ciudadanos y presentó tres iniciativas encaminadas a pedir la suspensión inmediata de los presos y reformar el reglamento.

Con todo, Álvarez de Toledo ha defendido la "legitimidad" de Casado "para seguir con un proyecto político en España", al tiempo que ha tendido la mano a Ciudadanos "para trabajar de forma conjunta". "Tiene que haber reagrupación", ha indicado.

"Humillación" en el Congreso

Asimismo, ha tachado de "humillante" y "denigrante" la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados y ha criticado a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, por "permitir" que los presos del 'procés' "insultaran el ordenamiento jurídico y la democracia".

"No me parece la persona más adecuada para defender la Constitución y proteger el Estado", ha indicado Álvarez de Toledo en referencia a las alusiones a la república de Cataluña que hicieron los diputados presos al jurar sus cargos.

La diputada 'popular' ha reprochado a Batet que no "exigiera el acatamiento de las normas a los presos" al permitir que jurasen su acta en nombre de la independencia de Cataluña. "Cuando uno jura por el 1 de octubre, se está cargando el propio juramento y la democracia", ha expresado.

En este sentido, también ha criticado el gesto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al darle la mano a Oriol Junqueras, que a su juicio, "no es un preso político, sino que organizó e intentó dar un golpe de Estado a la democracia".