"Es evidente que la violencia en la política hoy viene de la izquierda". El entorno de Vox está harto de sufrir asaltos y agresiones, y de no sentirse "protegido". Este mismo sábado, su líder Santiago Abascal, candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno, ha acusado al Gobierno Vasco de haber dejado a los simpatizantes de la formación "a merced de los rabiosos" para que "no levantemos nuestra bandera". De hecho, ha señalado directamente al PNV de "no haber utilizado los medios públicos con los que tiene el deber de garantizar las libertades".

Y es que este sábado, tanto por la mañana en San Sebastián, como por la tarde en Bilbao, los seguidores de Vox se vieron agredidos, hubo cargas de la Ertzaintza y se llegó a detener al menos a cinco personas... pero sólo en el segundo de los mítines, el del Palacio Euskalduna de la capital vizcaína. En los alrededores del Kursaal de la guipuzcoana sólo se identifico a cinco los asaltantes y se les abrió expediente administrativo a cuatro, según han informado las agencias de prensa.

Abascal protagonizaba ambos actos electorales, que se vieron retrasados por los incidentes producidos en los aledaños por varios cientos de radicales abertzales que obligaron a interrumpir el tráfico rodado a la zona y retrasar así la llegada de Abascal.

El líder de la formación verde, que fue recibido entre gritos de "¡presidente, presidente!" por más de 600 personas que abarrotaron una de las salas principales del Palacio Euskalduna entre continuos gritos de "¡viva España!", defendió que España "está mucho más viva de lo que piensan sus enemigos".

Entre ellos, Abascal citó, de nuevo, al PNV y a Pedro Sánchez, a quien acusó de apoyarse en los nacionalistas vascos, que son "el partido más traidor" de todos, en su opinión. Según el líder del partido en el extremo más a la derecha del tablero político, "Vox hará pagar en las urnas la complicidad del PNV con ETA".

"Vox es una alternativa patriótica", subrayó Abascal en un discurso continuamente interrumpido por aplausos y en el que se criticó a "aquellos 'progres' que se ríen de las banderas".

Altercados contra los simpatizantes de Vox en San Sebastián.

Tras hacer referencia a "la violencia" acaecida en el exterior del recinto bilbaíno, así como horas antes en San Sebastián, Abascal pidió a los asistentes "prudencia" y acusó al Gobierno Vasco de haber "tolerado y permitido" la situación. "No quieren que llenemos los actos... muchos no se han podido acercar hasta aquí", avisó, para añadir que el PNV, "una vez más, no utilizando hoy los medios públicos con los que tiene el deber de garantizar las libertades, ha vuelto a ser cómplice de los de siempre".

"Las nueces del terrorismo"

Asimismo, Abascal acusó a los peneuvistas de haber recogido en el pasado "las nueces del terrorismo" de ETA y de tener "el virus de la traición desde que fue fundado". Por ello, anunció que si gobierna obligarán a que se publiquen las actas de negociación con ETA y cambiarán "las cosas con valentía" frente al miedo que "aún existe y que está generado por los cachorros de Otegi".

Precisamente, éstos, los dirigentes de Sortu, anunciaron en la tarde de este sábado que irían a los alrededores del Kursaal donostiarra a "limpiar y desinfectar" las aceras por las que habían pasado Abascal y sus simpatizantes.

En un comunicado, la formación separatista vasca dijo que hay que "plantar cara a la extrema derecha, al autoritarismo y al fascismo ya que PP, Ciudadanos y Vox ponen en peligro el porvenir de mucha gente, sobre todo si se trata de mujeres, personas migrantes, o miembros del colectivo LGTBi". "Muchos de los derechos que tanto esfuerzo nos han costado conseguir ahora están seriamente amenazados", advertían.

"Los de ahí afuera nos tiran adoquines", respondió Abascal, "y si pudieran os pisarían la cabeza. Con esos no hay nada que negociar", indicó, para insistir en que "el Gobierno Vasco ha querido dejarnos a merced de los rabiosos".