Con el pistoletazo de salida de la campaña electoral de las generales en ciernes, los engranajes de las formaciones políticas ya andan planeando lo que viene más allá: las municipales y autonómicas. No es cualquier cita, en determinados territorios, como Cataluña, Navarra o el País Vasco, hay partidos que se juegan algo más que sus escaños. Su supervivencia.

El Partido Popular es uno de ellos. Las previsiones electorales no auguran una reválida de los sillones que actualmente posee y la sensaciones no son buenas. “Estamos peor ahora en Cataluña en cuanto a participación y votos que en la época de los asesinatos de ETA en el País Vasco”, suspiran voces de la bancada popular en el Congreso. 

Con todo y con eso, los populares no dudan que Cayetana Álvarez de Toledo sea un revulsivo para el electorado: “Puede atraer a otro tipo de voto que no tenemos, otro tipo de perfil. Moderado pero contundente”. La número 1 al Congreso por Barcelona es su gran esperanza. “Podremos recuperar a votantes que se habían pasado a Ciudadanos, seguro”.

En busca de candidatos para las listas

Elaborar las listas municipales nunca había sido fácil, no sólo en Cataluña, sino en el propio País Vasco. Fuentes de la dirección nacional del PP afirman que es algo habitual solicitar voluntarios por correo electrónico para completar las listas. Los militantes sólo tienen que rellenar un formulario, hacer una fotocopia del DNI y pasar por una sede del partido para sumarse a alguna de las listas municipales.

Pero lo que viven hoy las bases populares en Cataluña "jamás había pasado", relataba a este periódico un miembro de la Junta Regional del Partido Popular de Cataluña. "Estamos en los peores momentos de la historia del PP. Las bases están desmovilizadas y descontentas con la dirección y los votantes cada vez muestran más desafección por el partido".

Los sondeos ni siquiera aseguran la elección de Josep Bou, candidato a la alcaldía de Barcelona, en las próximas municipales. El 2%-3% de voto que auguran las encuestas electorales para su candidatura queda muy lejos del 5% mínimo exigido para conseguir representación municipal.

"La gente votará a quien esté en Moncloa"

Pero, de momento, el único asalto que se vislumbra desde la sede de Génova es el 28-A. Después, ya se verá. El posible desafecto que puedan sentir los simpatizantes podrá verse resuelto con el músculo que saque el partido durante la campaña nacional, con todas las cartas sobre la mesa.

El mensaje es claro: Cataluña supone el eje central para los populares. "Con recordar que hay que echar a Sánchez, que cuanto más se vote a Vox, más tiempo se quedará en la Moncloa, se consiguen dos cosas: que cale que el PP es el valor seguro en lo económico y en la unidad territorial", indican fuentes del entorno de Casado. "En eso se resume la campaña". El partido tiene decidido por dónde han de orbitar los mensajes del partido y pasan, sobre todo, por intentar aglomerar el voto del centro derecha. Recuperar al votante perdido ante la amenaza que se viene.

Así, a la hora de trasladar esa estrategia, los populares van a ir partido a partido. Porque “la gente al final vota en las municipales y autonómicas a quienes ganan la Moncloa”, comenta en privado otro diputado popular. El plan pasa por centralizar todos los discursos en el “referéndum” que supone, para el PP, las elecciones generales.