Las listas para el 28-A ya se han cerrado y el presidente del PP, Pablo Casado, ha consumado su propia revolución. Rodeado de fieles, dirigentes convencidos de su proyecto y personas a las que ha conducido a la primera línea política, el líder popular ha mostrado sus cartas ante el envite de las urnas.

Todas las figuras ligadas al marianismo han quedado relegadas lejos del Congreso de los Diputados. Al lado de Casado sólo estarán sus apuestas personales, nuevos fichajes que conforman lo que él ha venido a llamar su “equipo potente”. La juventud e inexperiencia de esas incorporaciones preocupa en las filas populares.

Porque aunque haya quien opine que algunos de los nuevos nombres pueden suponer un revulsivo y ser útilies para convencer a votantes quemados con Mariano Rajoy, muchos ven en las caras nuevas escaso peso político; fichajes externos que poco tienen que ver con la organización y con los pesos pesados de antaño.

Sólo tres supervivientes

Para muestra, un botón. En la lista por Madrid -las más emblemática y que encabezará el propio Casado- sólo han sobrevivido tres nombres de la anterior legislatura. Son Marimar Blanco, Antonio González Terol y José Ignacio Echániz Salgado. Los tres, casadistas hasta la médula.

En los puestos de salida, además, está su núcleo duro, con algún independiente al que ha hecho hueco. Su número dos, Adolfo Suárez Illana, que apenas tiene experiencia en las urnas, es gran amigo del presidente del PP. Con la número tres, la escritora y politóloga Edurne Uriarte, le une un gran feeling político, hasta el punto de que Casado presentó el último libro de Uriarte, “Feminista y de derechas”, hace apenas unos días.

A Uriarte le sigue Daniel Lacalle, gurú económico y cabeza pensante que está detrás de la mayoría de las medidas que en esta materia presenta el PP para las elecciones. Lacalle tampoco está afiliado al partido, pero es de la máxima confianza de Casado. También son nuevas Ana Beltrán, presidenta del PP navarro y a quien recupera -dado que su puesto en Navarra peligraba- y a Andrea Levy, que doblará y compatibilizará la lista al Congreso con la del Ayuntamiento de Madrid, como número dos de José Luis Martínez-Almeida. Otra plaza de salida es para el jefe de Gabinete de Casado, Javier Fernández-Lasquetty, que ocupa el puesto número diez.

Diputados de confianza

Aunque en las anteriores elecciones el PP obtuvo 15 diputados por Madrid, desde Génova afirman que sólo parecen seguros, en esta ocasión, la primera decena. La fragmentación del voto, por la competencia de Ciudadanos y de Vox, va a restar representación parlamentaria y Casado quiere asegurarse que tendrá cerca a sus sus elegidos.

A sus posibles críticos, antiguos baluartes del marianismo, Casado los ha dirigido al Senado. Sin embargo, allí también apuesta por los suyos: Pío García-Escudero, Juan Carlos Vera y la expresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, estarán en los puestos de salida para la Cámara Alta. Tras semanas de malabarismos, el PP ya tiene sus apuestas