A la izquierda del PSOE hay movimiento. Lo que en 2015 y 2016 fueron unas elecciones generales en las que Podemos emergía y se consolidaba como polo de atracción de todo ese espacio electoral se ha convertido cuatro años más tarde en una sopa de letras llena de ingredientes, algunos nuevos, otros conocidos y, ahora, uno de toda la vida. Actúa pelea por presentarse en al menos 10 circunscripciones con el tirón de Gaspar Llamazares como cabeza de lista por Madrid y el aval a su lado del exjuez Baltasar Garzón como tándem impulsor de este nuevo partido.

El ex coordinador general de Izquierda Unida salió rebotado de la formación que llegó a dirigir -y a representar hasta hace poco como portavoz del grupo parlamentario en el Parlamento asturiano- por sus diferencias políticas, personales y estratégicas con su sucesor, Alberto Garzón. "Él no cree en las instituciones", diagnostica Llamazares en conversación con este periódico, "por no creer, no cree ni en el proyecto de IU, le molesta porque él siempre presume de ser militante comunista, le sobrábamos todos los que no pensábamos como él, y ha logrado que el 60% de los votantes de IU se queden en casa".

Y ese es el objetivo de Actúa, según explica Llamazares, "no dejar que se desmovilice ese electorado huérfano por el abandono de IU y el desencanto con Podemos". Este pequeño partido quiere "ocupar ese espacio con una nueva formación de izquierdas que prima la igualdad social y cree en las instituciones, que ésa es una gran diferencia con IU y Podemos".

Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón en la mesa instalada por Actúa en el retiro para pedir avales a las elecciones del 28-A. E.E.

Llamazares atiende a EL ESPAÑOL por teléfono en su segunda jornada petitoria en Madrid, batiéndose el cobre para lograr las firmas de aval suficiente para presentarse a las elecciones generales del 28-A. Y tarda poco en traducir a ejemplos prácticos su proyecto alternativo al de sus antiguas siglas, IU, y la marca "en la que las ha diluido Alberto Garzón", Podemos. El líder de Actúa está seguro de que su proyecto es "necesario y posible". Es decir, que cuenta con alcanzar representación en el Congreso para "formar un gobierno de izquierdas que llegue a pactos con las derechas".

Y como eso hay que explicarlo en la España polarizada en la que vivimos, responde de inmediato: "Los gobiernos tienen que tener una coherencia ideológica, y yo quiero que sea un Ejecutivo de izquierdas en igualdad, pero que sepa que hay que llegar a acuerdos mucho más allá de las izquierdas". Y, así, propone hasta cuatro pactos que considera clave "para todos los partidos que creemos en el proyecto de España".

Cataluña, Podemos e IU

El primero, "el de la crisis territorial". Llamazares está convencido de que ésta "no tiene solución sin un gran acuerdo que incluya a las derechas". ¿Hasta dónde, basta con incluir a Ciudadanos, "más al centro", o se puede llegar hasta Vox, en la "extrema derecha"? Su respuesta obliga a retratarse a los de Rivera Casado y Abascal: "Se puede pactar el desarrollo y consolidación del proyecto común de España y sus autonomías con los partidos que lo quieren".

En este punto, es imprescindible preguntarle por las declaraciones de su compañero de viaje en Actúa, Baltasar Garzón defendiendo que si Carles Puigdemont gana su escaño en el Parlamento Europeo habrá que "dejarle volver a España" en libertad. "Yo sólo deseo que no consiga ser diputado, pero ése es el modelo de inmunidad que me explica Baltasar que tiene la Eurocámara".

Llamazares es inequívocamente de izquierdas, pero no confunde su militancia con otros modos de atacar el statu quo, como "sí hacen Podemos e IU, defendiendo un derecho de autodeterminación que no existe" y con una "campaña contra la Monarquía que es atacar al Rey para debilitar al Estado, nada más, y hacerle el caldo gordo a los independentistas, y les va a pasar factura en el resto de España".

Otros tres grandes pactos

Además, el número uno por Madrid de Actúa, cree que es imprescindible articular "un nuevo contrato social", razón por la que critica "el portazo" de Podemos al Pacto de Toledo. "No hay ninguna razón electoral para explicarlo, hay que garantizar el mantenimiento de las pensiones públicas y sus reformas necesarias", defiende. "Me desmarco claramente de ese gesto, con el que han destrozado la estrategia que dicen tener de que los derechos sociales son lo más importante", critica.

Y a esos dos grandes acuerdos añade Llamazares "la superación del pacto contra la violencia de género acordando verdaderas políticas de igualdad", y añade, "porque éste no es un tema sólo de las izquierdas". Y otro último asunto, que parece hacerle especial ilusión, "una transición ecológica de nuestra economía".

El líder izquierdista cree que "estos temas van más allá de una legislatura, incluso más allá de los que estamos ahora vivos haciendo política". Y por eso los pone sobre la mesa como necesarios pactos transversales "por el bien de España y su proyecto".

Por qué nace Actúa

Gaspar Llamazares ha lanzado este proyecto convencido de su utilidad y de su "necesidad". En su opinión, la depresión económica, la corrupción y el procés han embarrado la política española y metido en crisis a los viejos partidos del ordeno y mando "y el modelo falsamente asambleario" de los nuevos. "Hace falta una formación de izquierdas que represente a los trabajadores y no ponga en solfa las instituciones".

"El pluralismo está aquí para quedarse, a la izquierda y a la derecha", explica, "y puede ser beneficioso, como demuestra que a PP, Cs y Vox no les ha ido mal sumando votos en Andalucía". Por eso critica a Unidos Podemos por haberse tomado el pluralismo "como un problema, en lugar de algo virtuoso y enriquecedor".

Hace más de un año que para Llamazares "no hay relación alguna con Alberto Garzón" -insiste en decir el nombre de pila, no vaya a ser que se confunda con su compañero en Actúa, Baltasar Garzón-, "y nunca la he tenido con Pablo Iglesias". De hecho, explica que su único contacto fue cuando el hoy líder de Podemos militaba en IU y participó ne unas jornadas "criticando la ley de Memoria Histórica, poco menos que llamándonos membrillos... no me gustó nada".

Así que Actúa nace para ser un partido a la izquierda del PSOE que no se hipoteque "a independentismos, ni a incertidumbres ni a desgobiernos". Proponiendo cambiar la sociedad desde el respeto a las instituciones y apelando "a que el suflé de la crispación ya está cayendo y los ciudadanos vuelven a valorar escenarios de concordia".

Como eso de no pedir una reforma constitucional -"es un brindis al sol si en la derecha lo vetan"- o respetar la Monarquía -"somos inequívocamente republicanos, claro, de siempre, pero soy leal al Rey mientras sea el jefe del Estado"-. Entre otras cosas porque la "campaña obsesiva" de Unidos Podemos contra la Monarquía "sólo le hace el caldo gordo a los independentistas, alanceando al Rey para debilitar al Estado".