Arrebatarle votos al PP en Castilla y León es ganar la Champions. Así lo ha entendido la cúpula de Ciudadanos. Albert Rivera ha iniciado una campaña de fichajes electorales en la región de cara a las generales del 28 de abril con la clara intención de minar al partido de Pablo Casado y, sobre todo, escalar puestos en la Comunidad Autónoma que menos escaños reparte por circunscripción, sólo 3,4 de media.

"Ésta es la autonomía en la que más manda la Ley d'Hont por lo pequeño de las circunscripciones", explica una fuente interna de Cs en la región, "y eso significa que una diferencia de unos muy pocos miles de votos te convierte en cuarto partido o segundo". Y la aspiración del partido naranja es llegar incluso a 10 escaños.

Porque en ese intervalo de votos una formación política puede pasar fácilmente de un diputado a nueve, por ejemplo, que fue la distancia en diputados electos que hubo en las generales de 2016 entre Ciudadanos y el PSOE. Nueve veces más escaños con sólo un 35% menos de apoyo electoral.

Rivera sabe que debe aprovechar la ola ganadora en la que anda subido, apuntalar las posibilidades de sorpasso al PP a nivel nacional. Y, para eso, ha identificado el eterno feudo popular -en el que es la fuerza más votada desde 1989, el primer año en que se presentó tras su refundación- como la plaza más interesante y en la que más barata le puede salir la apuesta.

Rebelión en las bases

Pero no calculó lo caro que le puede resultar "calentar" a las bases, que se han rebelado tras los dos anuncios de fichajes de este lunes. La semana pasada, de manera intempestiva, dimitía la presidenta de las Cortes de Castilla y León, una histórica del PP. Silvia Clemente fue consejera de todos los gobiernos del PP en la región entre 2001 y 2015 y, desde entonces, ejercía como máxima autoridad del legislativo autonómico. "Cuando dio el portazo al PP, alguien hizo correr el rumor, pero aquí decíamos '¡venga ya! es imposible", explica la misma fuente de la dirección regional de Cs.

Silvia Clemente se pasa a Cs: la ex del PP, favorita de Villegas para Castilla y León

Clemente competirá con Francisco Igea -hasta ahora diputado nacional de Cs- por la candidatura a presidir la Junta de Comunidades de Castilla y León. La coincidencia en menos de un mes entre las dos citas con las urnas, las generales y las autonómicas, hace que su cambio de acera política alimente ambas convocatorias. Y más si llega acompañado de otro gran fichaje, el de la hasta ahora presidenta regional de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), Soraya Mayo, que aspirará a ser cabeza de lista de Cs por Valladolid en las generales.

Clemente alegó al dar el portazo al PP que no podía seguir compartiendo el rumbo que estaba tomando el partido y, de hecho, la rumorología señaló su espantada más como posible maniobra de Vox que de Ciudadanos. "Tiene asuntos pendientes con los tribunales", apuntan los militantes consultados por este periódico, "no parece lo más indicado para pregonar regeneración". Por ejemplo, la concejala de Salamanca Ana Suárez llamó a los medios de comunicación para advertir en público de que dimitirá si Clemente gana las primarias: "Sin el mensaje regenerador, lo que haremos será perder".

Francisco Igea, el perjudicado

Mayo, el otro gran fichaje de Rivera, ha levantado menos ampollas dado su perfil, pero no se la deja de considerar una "paracaidista". En Ciudadanos Castilla y León no critican su salto a la política, pero dado el ambiente generado, el descontento general se dejó ver en la rueda de prensa improvisada por Igea el pasado domingo: "Soraya Mayo, por su trayectoria, es bienvenida; pero no enviamos un mensaje adecuado con la llegada de una histórica del PP como Clemente".

Francisco Igea, diputado de Ciudadanos por Valladolid. Nacho Gallego EFE

Es evidente que Igea es su rival en las primarias autonómicas y, aunque después de esa rueda de prensa decidió guardar las formas y declinó atender personalmente las preguntas de este periódico, en su entorno entienden que "la apuesta de luchar contra el PP como partido regenerador trayéndonos a una persona que lleva 30 años en esto no tiene sentido".

Es más, las bases de Cs en Castilla y León han mostrado su desazón: "Si tienes que movilizar a los que ponen las carpas, quienes reparten los pasquines, a organizadores de mítines... no puedes decirles que su trabajo como militantes de los últimos cuatro años es para quien era su rival hasta hace dos días", apuntan fuentes del partido en la región, que también recuerdan los casos oscuros en los que se ha visto envuelta Clemente.

En sus 14 años como consejera, la Fiscalía llegó a investigarla por unas facturas de joyas y restaurantes de lujo durante su etapa en Agricultura (2007-2015), si bien acabó considerando estos gastos justificables como de representación. En aquellos años impulsó la marca Tierra de Sabor para los productos agrarios de Castilla y León, y fue señalada por subvencionar a través de esta vía la empresa de patatas de su pareja. Incluso la UDEF la señaló en la investigación de la trama Gürtel, si bien el juez desestimó acusarla por falta de pruebas.

Desde el PP se ha aprovechado el ataque de Cs para contraatacar. Este lunes, Javier Maroto, vicesecretario de Organización de los populares, sembró "dudas sobre su honestidad" en rueda de prensa cuando fue preguntado por su compañera hasta hace una semana. Y Juan José Lucas, expresidente de Castilla y León y hoy senador, respondió que el cambio de acera de Clemente le parecía "realmente mal", a una llamada de EL ESPAÑOL. 

Todos estos antecedentes y, sobre todo, "que aquí nos conocemos todos", apuntan las fuentes citadas, han traído el "incendio" interno en el Ciudadanos a nivel regional. "Lo de Mayo está bien, es una persona válida, pero una cosa es fichar a Messi y otra a un defensa marrullero de regional", concluyen.