El expresidente del Gobierno José María Aznar ha reclamado el voto al Partido Popular dado "el desafío existencial que tiene España". Ante él, "tenemos que responder con toda serenidad pero con toda firmeza. Con decisión, voluntad, con visión histórica, con ganas de futuro y también con los votos".  "Los votos que España necesita para responder al desafío contra nuestra continuidad histórica y nuestro futuro y son los que deben ir al Partido Popular". Y ha acusado a Sánchez de "rendir la democracia" al separatismo catalán.

"¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar para que se desarticule el golpe de Estado, que se garantice que las instituciones catalanas tienen que estar al servicio de todos los catalanes?", se ha preguntado Aznar. "Eso no es dialogar, eso se llama rendirse. Eso no es negociar, es un insulto a los españoles". Ha exigido unas elecciones generales.

Aznar ha apuntado todo el rato a un Pablo Casado mejor que sí mismo. En un primer recuento de su pasado común (edad similar cuando alcanzaron la presidencia del partido, ambos con origen en Ávila) no ha tardado en señalar que el actual líder popular es "mucho más listo y sabe mucho más de política". "Pablo, ninguno de tus antecesores lo tuvimos tan difícil y mira que las cosas no han sido fáciles nunca para el PP. No solo tenemos un gran presidente, tenemos un gran líder y un líder sin tutelas ni tu tías. Un líder como un castillo".

El PP, la "casa común" de liberales y conservadores

Por eso, en su opinión, cada vez más españoles van a reconocer en Pablo Casado "la mejor razón para encontrar su sitio en esta casa común, cimentada en dos pilares que rigen nuestro pasado, presente y futuro: España y la libertad".  Porque "sólo juntos y sólo muchos podremos hacer lo que España necesita. Defendemos la Constitución en su letra y en su espíritu, y la defendemos toda".

En cuanto llegó Aznar a la Convención del PP se paró el tiempo. Se congeló todo: Esteban González Pons, en mitad de su discurso, interrumpió sus palabras; el recién estrenado himno popular comenzó a sonar a todo volumen y el Mesías del liberalismo popular, acompañado de su mujer, la antigua alcaldesa de Madrid, Ana Botella, hizo su entrada. Aznar no tardó en dejar claro su discurso: ha pedido a todos los afiliados y dirigentes del partido que reivindiquen que el PP es "la casa común de liberales, conservadores y demócratas cristianos".

Aznar ha reclamado un partido que afirme su "vocación mayoritaria". La formación de los españoles que, "en tiempos inciertos, creen en su país, que contribuyen con su trabajo e impuestos, que se esfuerzan, que escriben todos los días la historia que importa de España. Todos esos tienen su casa en el PP".