El líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, está realizando gestiones para que todos los partidos estén representados en la Mesa del Parlamento de Andalucía.

Concretamente, Marín ha mantenido contactos con los líderes de la candidatura de Adelante Andalucía -la marca electoral de Podemos e Izquierda Unida- para tratar de que acepten que los de Santiago Abascal entren en el órgano de gobierno de la Cámara autonómica. Esta misma mañana el candidato de Ciudadanos ha conversado con Antonio Maíllo (IU) y Teresa Rodríguez (Podemos) en la cafetería de la estación de trenes de Jerez.

A cambio, también habría un puesto para un diputado de la formación de Teresa Rodríguez.

El planteamiento de que todas las formaciones que entraron en el Parlamento tras las elecciones del 2 de diciembre tengan puestos en la Mesa coincide con las posiciones de Juanma Moreno Bonilla. El líder del PP será el presidente de la Junta después de que este día de Navidad se haya cerrado definitivamente el acuerdo entre PP y Cs.

Sin embargo, fuentes internas del PSOE andaluz rechazan la opción por la que trabaja el líder naranja, Juan Marín, personalmente. Los socialistas de Susana Díaz prefieren que en la Mesa del Legislativo andaluz sólo ocupen puestos os tres grandes partidos, a saber, PSOE, PP y Cs.

La negociaciones para la formación de la Mesa tienen que fructificar en las próximas 48 horas, pues este órgano debe constituirse el próximo jueves 27 de diciembre.

Hasta el momento Vox, liderado por Francisco Serrano, no ha reclamado "puestos ni sillones", como se comprometió Abascal en una rueda de prensa a los tres días del 2-D. "No seremos obstáculo para el cambio", ha insistido, "pero tampoco un felpudo".

Ahora, Ciudadanos trata de acordar la presencia en la Mesa del partido de extrema derecha mientras que cierra el acuerdo con el PP, lo que compensaría su posición de rechazo absoluto a unir sus votos en la investidura de Moreno Bonilla.

Y es que la posición de los de Albert Rivera es la de conseguir que el PSOE se abstenga en esa votación para que los votos de Vox no sean necesarios.

El PSOE de Díaz, mientras, espera acontecimientos dejando clara su oposición a que Vox tenga presencia institucional de ningún tipo.