El tic tac del reloj sobrevuela Génova: la convención nacional que encumbrará a todos los candidatos populares para las próximas citas con las urnas está a la vuelta de la esquina y grandes feudos del partido siguen en el aire. Madrid —ni Ayuntamiento ni Comunidad— aún no tienen cabeza de lista. Y el presidente del PP baraja planes para ambos, aunque aún se resiste a darlos a conocer oficialmente.

Fuentes del partido mantienen que Pablo Casado tiene en mente un cambio de rumbo para recuperar buena parte del poder territorial perdido en 2015, cuando se quedaron sin plazas históricas como Madrid, Valencia, Sevilla o Cádiz. Y, para frenar la posible sangría de votos hacia Vox, la idea es romper con lo establecido, con quienes darían “aires de continuidad”. La idea es situar a candidatos que representen lo que el presidente quiere transmitir: una vuelta a los valores históricos del partido, en un viraje al conservadurismo.

Las quinielas en Madrid apuestan claramente por Adolfo Suárez Illana, hijo del histórico presidente del Gobierno y actual presidente de la fundación del partido Concordia y Libertad. Fuentes madrileñas apuntan que Suárez Illana, una cara reconocible y que cada vez gana más protagonismo en la formación, sería un buen golpe mediático para intentar arrebatarle el palacio de Cibeles a Manuela Carmena y batirse con Begoña Villacís.

Vuelta a los “principios de siempre”

Otro de los nombres sobre la mesa es el de Jaime Mayor Oreja, pero parece muy improbable. Él mismo se descarta para el puesto: “Las segundas partes nunca fueron buenas”, declara a EL ESPAÑOL. Si bien sí se le ha insinuado ese posible destino, el exministro del Interior con Aznar mantiene que es tiempo de “renovación”.

Para la Comunidad los planes son similares: aunque el actual presidente, Ángel Garrido, ha expresado su deseo de seguir al frente, no ha sido todavía revalidado y las especulaciones se disparan. Han sonado distintos nombres como el de la exministra Isabel García Tejerina o Manuel Pizarro. Pero la carta que cobra más fuerza en los últimos días es la del alcalde de Boadilla, Antonio González Terol.

Terol, diputado desde 2011 y secretario de Política Local del partido, es cercano a Casado y tiene un discurso “muy próximo” al del presidente. “Representan, más o menos, los mismos valores”, apuntan las fuentes. Aterrizó en la alcaldía de Boadilla del Monte tras la dimisión de Juan Siguero al salpicarle la trama Gürtel. Hay quienes hablan de él como el “padrino político” de Pablo Casado al haberle afiliado al PP.

Ofensiva contra Vox

Lo cierto es que, según las encuestas, la Comunidad de Madrid será uno de los grandes caladeros de votos de Vox en los próximos comicios —tanto autonómicos como locales— y desde el PP tratan de frenar la ofensiva. Máxime frente a candidatos como Ángel Gabilondo o Íñigo Errejón.

De momento, Pablo Casado sólo ha desvelado unos pocos nombres: los candidatos de Aragón y Murcia. En otros territorios el nerviosismo se hace cada vez más palpable. Si bien la fecha límite para conocer a los designados por la Junta Directiva es enero, en comunidades como la Valenciana se sienten ya “en tiempo de descuento”. “Hay mucha gente que se ajusta y que podría defender el cartel, gente con tirón o fuerza”, aseguran. La presidenta regional, Isabel Bonig, mantiene sus opciones para la Generalitat. Sobre el Ayuntamiento, de momento, ni palabra.