Nadie ha sido tan jaleado en las manifestaciones separatistas como los bomberos de la Generalidad. Su llegada a las concentraciones secesionistas, siempre teatral, desobedeciendo la prohibición de utilizar el uniforme y el casco reglamentario en actos ajenos al servicio, solía ser recibida por los manifestantes con un respetuoso pasillo de los campeones. Este miércoles, y después de que Alfred Bosch, el nuevo consejero de Acción Exterior de la Generalidad, anunciara la apertura de más embajadas, los bomberos protestaron contra los recortes provocados por el propio procés.

La manifestación de bomberos en Barcelona asedia el Parlament Redacción | Agencias

Las simpatías separatistas de los bomberos de la Generalidad no son un secreto para nadie en Cataluña. Convertidos en la fuerza de choque oficiosa del independentismo callejero gracias a sus ya rutinarios enfrentamientos con los Mossos d'Esquadra, los bomberos autonómicos fueron amonestados el 12 de diciembre de 2017 por la junta electoral tras convertir varios parques y camiones cuba en un escaparate de lemas secesionistas y de apoyo a los presos del procés. Eran los días previos a las elecciones autonómicas del 21-D.  

Pocos días antes, el 9 de diciembre de 2017, medio centenar de bomberos de la Generalidad habían viajado hasta Bruselas para hacer acto de presencia en una manifestación por la independencia. Atrás dejaron siete parques de bomberos de la comunidad semivacíos, lo que obligó a un portavoz del cuerpo a negar que hubiera peligrado la seguridad de los ciudadanos de la región. La excusa dada por ese portavoz aún es motivo de mofa en Cataluña: "El escenario es de sequía, no de peligro de incendio".

Uso de uniformes oficiales sin sanciones 

Preguntado por la utilización de los uniformes reglamentarios en la manifestación de Bruselas, el mismo portavoz justificó la violación del reglamento del cuerpo afirmando que esos uniformes "también se utilizan en carreras deportivas o entierros de compañeros". Cuestionado al respecto –transcurrían los primeros días de aplicación del 155–, el ministerio del Interior rechazó sancionar a los bomberos catalanes: "Al haberse usado esos uniformes en otras ocasiones por motivos no profesionales, no se ha encontrado razón alguna para sancionar". Fue uno más de los muchos desafíos separatistas frente a los que el Gobierno de Mariano Rajoy hizo la vista gorda. 

Ese mismo 9 de diciembre, y tras manifestarse a favor del golpe, docenas de bomberos de la Generalidad acudieron a un hospital de Bruselas para donar sangre. Lo hicieron como gesto de agradecimiento al Gobierno belga por la protección concedida a los líderes del procés huidos de la Justicia española. Pero, muy especialmente, por la concedida a Carles Puigdemont. El gesto irritó a Xavier García Albiol, líder del PP catalán por aquel entonces. 

Este miércoles, los bomberos de la Generalidad se manifestaron contra los recortes provocados por el procés. Junto a ellos lo hicieron los médicos de asistencia primaria. Hoy lo harán también, con un paro unitario, los sindicatos de estudiantes y los de la administración pública catalana. El objetivo de todos ellos es arrancarle al Gobierno regional un compromiso para la elaboración de unos "presupuestos sociales". Si algo tienen en común esos cuatro sectores es que todos ellos han hecho profesión de fe independentista desde el primer día del golpe. La ironía pasó desapercibida entre el independentismo, pero no entre sus críticos.

Bomberos por la República

Los bomberos de la Generalidad se concentraron frente al Parlamento de Cataluña, donde coincidieron con otro de los colectivos que más ha destacado por su apoyo al golpe catalanista –el de los médicos–, e intentaron asaltar por la fuerza el hemiciclo, como semanas antes habían hecho los CDR. Un bombero que fue detenido por los mossos tras pegarle una patada a un agente de la BRIMO, fue liberado con cargos a las pocas horas. La Unión de Mossos por la Constitución colgó varios mensajes sobre el incidente y le exigió al consejero de Interior autonómico, Miquel Buch, del PDeCAT, la creación de un régimen disciplinario para los bomberos de la Generalidad. 

Aproximadamente el 75% de los bomberos de la Generalidad es independentista, según datos proporcionados por los propios portavoces del cuerpo. En un documento hecho público el martes, la asociación Bomberos por la República, una sectorial de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), achaca los recortes y la situación de precariedad en el cuerpo "al hecho de vivir en una autonomía intervenida y ocupada". "Es necesario revertir esta situación. Y sólo se solucionará convirtiendo el cuerpo de bomberos en una verdadera estructura de Estado. Y toda estructura de Estado necesita, lógicamente, un Estado" continuaba el documento.

El cuerpo de bomberos de la Generalidad cuenta con aproximadamente 6.400 efectivos. La competencia sobre él corresponde desde hace 38 años a la Generalidad