Córdoba

Escuchaban en Córdoba a Teresa Rodríguez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Uno de los mítines más gruesos de la campaña. Un pabellón abarrotado por casi 2.000 personas. Los tres líderes de Unidos Podemos han pedido a los asistentes que llamen, cada uno, a diez amigos: "Así lograremos el cambio".

La candidata a la presidencia de la Junta, vinculada a la vertiente anticapitalista del partido, clamaba en favor del "feminismo" durante su discurso, más auténtico que el de "muchas militantes socialistas". Por eso rechinó aún más su ataque contra Susana Díaz, a la que llamó "portera de la derecha": "Que responda si seguirá siéndolo".

Rodríguez le ha colgaba este sustantivo por haber negociado su investidura con Ciudadanos tras las pasadas elecciones autonómicas. Aunque PSOE y Podemos se necesitan para mantener en el Palacio de San Telmo un Gobierno de izquierdas, la sintonía entre ambas políticas se resquebraja a medida que avanza la campaña.

El apelativo adquiere relevancia si se tiene en cuenta que dirigentes y militantes de Podemos llamaron machista a Félix de Azúa, académico de la Real Academia Española de la Lengua, por calificar de "pescadera" a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Ésta le respondió que se incluyera a sí mismo en las "próximas definiciones de machismo". Azúa, estupefacto, respondió que los "machistas" y "clasistas" eran quienes entendieron como tal aquella descripción.

Susana Díaz, "el antisocialismo" 

Teresa Rodríguez, entre gritos de "sí se puede", definía a la actual presidenta de Andalucía como "representante de un partido que se gasta el dinero de los parados en burdeles".

Los ataques directos a Susana Díaz, a la que deslindaban una y otra vez del sanchismo y las siglas del PSOE, eran sustentados por Pablo Iglesias también en relación al feminismo: "Con ella no hubiera sido posible bajar el IVA a los productos de higiene femenina". El secretario general enarboló ese argumento como muestra del abismo que separa a la presidenta de Andalucía del presidente del Gobierno.

Iglesias midió sus ataques, consciente de que es él quien sostiene a Pedro Sánchez en la Moncloa. "Nos decían que no había números para la moción de censura, pero sí los hubo cuando los pensionistas salieron a la calle". En definitiva, "con Susana Díaz" al frente del PSOE, Rajoy seguiría liderando el Ejecutivo.

El líder  de Podemos, que precedió en la palabra a Teresa Rodríguez, dijo haber visto el debate entre candidatos del pasado lunes, emitido por Televisión Española: "Susana Díaz sólo hablaba de Vox. ¿No tiene nada más que decir?".

Alberto Garzón, por su parte, acusó a Díaz de ser "la defensora de los banqueros y de los adinerados". Al comienzo del acto, se llegó a escuchar que la presidenta de Andalucía "es el antisocialismo", aquella que ha dado "un golpe de Estado contra su propio partido".

En Podemos, véase también Adelante Andalucía, impera una sensación: Andalucía es "el segundo plato" de la presidenta, que sigue al frente del PSOE en esta Comunidad sólo por haber perdido las primarias ante Pedro Sánchez.

La "nacionalidad histórica" y lo musulmán

Teresa Rodríguez insistió en la defensa de la "nacionalidad histórica": "Algunos quieren que, en los colegios, se pase de los visigodos a los Reyes Católicos. Pretenden invisibilizar varios siglos de esplendor cordobés" musulmán. Estas palabras pusieron el auditorio en pie. También a Pablo Iglesias, que ovacionó con emoción las palabras de su compañera.

Según Rodríguez, Andalucía debe poseer "una nacionalidad histórica como la que más". Alberto Garzón, también  reclamó el apoyo de la militancia para impedir que se "invisibilice a Andalucía".

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