El último CIS ha soliviantado a Partido Popular y CiudadanosPodemos, socio de Sánchez, llama a la "prudencia", que es lo mismo que callar para decir. El centro derecha ya concibe la encuesta como un rato inspirado de José Félix Tezanos, rotulador rojo en mano, ante el mapa de Andalucía. Así resulta ganadora -y candidata mejor valorada- Susana Díaz, con una aritmética que le permite ser investida.

Las cifras cocinadas por el socialista distan sobremanera de otras encuestas publicadas. También de los sondeos internos que realizan los partidos a punto de empezar la campaña. Colocado el último pronóstico de este diario en el espejo, el CIS otorga a Díaz hasta un 7% más de intención de voto. El conjuro también funciona a la inversa: el PP pierde un 2%; y Ciudadanos, un 4%.

Dirigentes populares y naranjas mostraban su estupefacción recién estrenada la tarde de este miércoles en los pasillos del Congreso. Visiblemente contrariados, resumían así la respuesta a casi todas las preguntas relacionadas con la encuesta: "Su credibilidad es nula". Tezanos, antes miembro de peso en la Ejecutiva del PSOE, alteró la metodología al alcanzar su actual puesto. Desde entonces, se ha abierto un abismo entre la demoscopia pública y la privada. Un miembro de la Ejecutiva naranja se quejaba: "Que cocinen con su dinero".

'Sorpasso' de Ciudadanos a PP según el CIS

Los de Albert Rivera solicitaron la comparecencia de José Félix Tezanos en la Cámara el pasado 25 de septiembre. El PP hizo lo propio treinta días más tarde. Quieren que explique su método de trabajo a todos los diputados. Un extremo que no acepta el PSOE. Al no tratarse de una comisión de investigación, el director del CIS dispone de libertad para evitar la cita. Y así lo ha hecho durante los dos últimos meses.

No son pocos los miembros de Cs que verían con agrado una gran encuesta pública que se limitara a la recopilación de datos y abandonara la estimación de voto. Se reducirían el precio y los costes. Además, se erradicaría la "ideologización" del CIS.

Ciudadanos también ha registrado una ley que busca blindar el CIS -y el resto de empresas públicas- frente a los nombramientos políticos. Apuestan por un concurso de méritos transparente que evite que la encuestadora pública se convierta en el premio a una figura de partido. Una reforma legal que se estrella contra la histórica concepción de PP y PSOE: ambas formaciones han hecho de las grandes empresas públicas agencias de colocación. Sobre todo en lo que se refiere a sus presidencias y direcciones.

Ha sido el Partido Popular quien ha ridiculizado el último CIS, mostrándolo como se ha mentado previamente: unas manos, que al ritmo de la tonadilla socialista, descartan los rotuladores naranjas y azules para pintar toda Andalucía de rojo.

No obstante, en la queja hay matices. Ciudadanos ha podido celebrar que, a pesar de la "interesada cocina", sigue siendo el partido que más crece en Andalucía. "Incluso en el CIS duplicamos la intención de voto y vamos camino de triplicar los escaños obtenidos en 2015", celebraba Juan Marín, el candidato. "Ya superamos en cuatro provincias a un PP en caída libre. Granada, Cádiz, Málaga y Sevilla". Marín recordaba que, antes de las últimas elecciones, el propio CIS les otorgó cuatro diputados menos de los nueve que finalmente consiguieron.

De ser cierto el CIS, los populares cosecharían en Andalucía el peor resultado de su Historia. Juanma Moreno, el candidato conservador, tachaba la encuesta de un "gran fake" que "ha dinamitado el prestigio que le podía quedar". Según el propio Moreno, los datos recabados por el PP dibujan una realidad radicalmente distinta: "Estamos muy cerca de hacer posible el cambio". En el CIS, la suma de PP y Cs está lejos de desbancar a Díaz.