Pablo Casado se resiste a apoyar públicamente a María Dolores de Cospedal. El presidente del PP esquivó este miércoles por tercer día consecutivo a la prensa para evitar así dar el respaldo explícito a la que fue secretaria general del PP. Un silencio prolongado en el tiempo y que desquicia a las filas conservadoras, que necesitan "escuchar lo que dice el líder" para mantener o retirar el apoyo a la exministra de Defensa. 

De momento, el presidente del PP opta por el silencio ante el goteo de grabaciones filtradas de una reunión entre Cospedal y el comisario Villarejo en la sede de Génova. De momento, la consigna es sujetarla hasta que haya "comisión de delito. Y no nos consta. Esa es la barrera", admiten fuentes de la dirección nacional. 

El PP ha aprendido de "los errores del pasado" y por eso ahora les parece extralimitarse pedir el acta de diputada a alguien "que ha sido todo en el PP". Los ejemplos que ponen son dos. El primero, el caso de la fallecida Rita Barberá, "a la que se le acusó duramente" desde la dirección nacional antes de que un juez dictaminara que cometió algún delito. El segundo, el caso de José Manuel Soria, que "mintió" y el presidente Rajoy "lo aguantó hasta el último momento. Ni una cosa ni la contraria... hay que encontrar un equilibrio", responden las fuentes consultadas. 

Respaldo "a día de hoy"

En público, los conservadores que no consiguen esquivar a las cámaras insisten en que "a día de hoy" las grabaciones conocidas no comprometen a la exsecretaria general. En privado, sin embargo, cada vez son más las voces que piden que Cospedal dé un paso atrás para "cortar de raíz el goteo constante de audios que no sabemos cuándo acabará". 

Tanto Pablo Casado como Teodoro García han hablado estos días con la exministra de Defensa, que no ha aclarado a la dirección del partido qué contiene los audios del comisario Villarejo. Pase lo que pase con Cospedal, el PP da por amortizado ya que ella vaya a encabezar la candidatura a Europa. "Eso fue un rumor, el presidente nunca lo tuvo en la cabeza", aseguran fuentes de su entorno. 

¿Un paso atrás?

Un sector del PP cada vez más numeroso confía en que sea la propia Cospedal la que dé "un paso atrás para no perjudicar más a la nueva dirección". En Génova se empiezan a notar síntomas de hartazgo cuando se insiste en que la victoria de Casado se debió, en gran medida, al respaldo unánime que obtuvo de aquellos que en la primera vuelta apoyaban a la exsecretaria general. "Ya ha colocado a sus peones y el presidente es Pablo, para quien no lo tenga aún claro", añaden. El presidente dará la cara ante los medios este jueves festivo desde Huelva, donde pasará todo el puente para apoyar a su candidato a las elecciones en Andalucía, Juanma Moreno. "No podemos permitir que un goteo constante de audios nos empañe la campaña", zanjan.