La Crida de Carles Puigdemont aspira a ganar las elecciones municipales aunando a los antiguos convergentes, a los actuales republicanos y a los eternos antisistema de la CUP. Pero su "instrumento" no convence ni siquiera a quienes dirigen su propio partido, el PDeCAT. Aun así el ex president fugado clama en el desierto desde Waterloo reclamando "unidad de acción" para que "barcelona sea clave en la construcción de la república". Esquerra le ha dicho claramente "no" nombrando este mismo sábado a Ernest Maragall como su candidato a la alcaldía de la ciudad condal.

El todavía conseller de Acción Exterior de la Generalitat ha asegurado que la capital catalana "ha de ser locomotora y vagón del viaje hacia la república".

El 23º Congreso Regional de la Federación de Barcelona de ERC que se celebraba este sábado ha proclamado a Maragall como candidato oficial con el 94,2% de los apoyos, ratificando así el resultado de las primarias celebradas el viernes.

"Barcelona es una ciudad enfadada, inquieta y desorientada que pide a gritos ser atendida y bien gobernada", ha afirmado Maragall, que ha asegurado que este clamor debe ser escuchado y se le debe dar forma con compromiso y un buen proyecto, en sus palabras.

Igual que para Puigdemont, el enemigo es claramente el ex primer ministro francés, barcelonés de nacimiento, Manuel Valls, que encabezará una lista promovida por Ciudadanos. E igual que Puigdemont, Maragall utiliza el arumentode la financiación burguesa de Valls: "Será una campaña de personas contra dinero. Ganar personas contra dinero nunca es fácil, pero es siempre es posible", ha defendido Maragall.

Además, ha señalado que quiere gobernar para transformar y construir para que Barcelona alcance el máximo de sus capacidades: "Queremos una ciudad pionera en innovación, investigación y educación. Una capital universal, sede de la cultura y el conocimiento de todo el mundo", ha subrayado.

También ha explicado que la ciudad "ha vuelto a perder sentido, profundidad y forma", por lo que ha asegurado que ganarán para convertir en ganadores a los que hoy están perdiendo y por el derecho a vivir con dignidad.

"Barcelona no quiere dejar de ser lo que es, pero quiere crecer en dignidad y en libertad. Quiere ser república", ha insistido Maragall, que ha agradecido al actual líder de ERC en el Ayuntamiento, Alfred Bosch, su renuncia.