Génova ha respondido rápidamente a aquellas voces internas del PP catalán que pidió este miércoles valorar la opción de renunciar a las siglas y sumarse a la candidatura de Manuel Valls en Barcelona. La noticia, publicada por EL ESPAÑOL, entró como un vendaval en el partido en Cataluña, donde los conservadores obtuvieron el peor resultado de su historia en las elecciones del 21 de diciembre.

El presidente Pablo Casado siempre ha defendido que renunciar a las siglas del Partido Popular no entraba en sus planes. Ante las dudas que ya empiezan a hacerse latentes, Génova ha pegado un puñetazo en la mesa para imponer su criterio. Ha sido el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, quien aseguró en redes sociales que "la opinión personal de un diputado sobre candidaturas a la Alcaldia de Barcelona no refleja ni la posición del PPC ni la de la dirección nacional del PP, que presentará candidatura propia en Barcelona y será la única opción de centroderecha que concurrirá". 

La rotunda afirmación ha sido también aplaudida por el todavía presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, que cree que es "más necesario que nunca presentar candidatura en Barcelona. Somos la única opción de centroderecha y más después de que el propio Valls haya afirmado que es de izquierdas". En esta misma línea se mostraba otro dirigente del partido catalán con peso en Madrid, que aseguraba a este diario que "Valls se ha definido como catalanista y de izquierdas. Además, el efecto Valls no será tan destacado como se espera".

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"Cero o dos concejales"

Las dudas llegaban por parte de un sector del PPC encabezado por un veterano dirigente que aseguraba manejar un sondeo interno que dejaba al PP con "cero o dos concejales en Barcelona", un resultado pésimo que, de confirmarse, debería hacer replantear su postura a la dirección nacional. 

Además, también se hablaba de que el PSC podría renunciar a su candidato a favor de la candidatura del exministro francés siempre y cuando "la candidatura de Valls evolucione" favorablemente. Es decir: son partidarios de aglutinar fuerzas si el candidato tiene el tirón que tuvo Inés Arrimadas en las elecciones del 2 de diciembre.

"No está encima de la mesa"

La decisión, no obstante, es prematura. Las mismas fuentes que apostaban por renunciar a las siglas del PP en beneficio de que el bloque constitucionalista pueda enfrentarse al secesionismo de Ernest Maragall o a Ada Colau aseguraban que la decisión debería tomarse "mucho más adelante", casi antes de que expire el tiempo necesario para presentar candidatura. La última palabra siempre la tiene Génova y, por ahora, zanja una polémica que "no está encima de la mesa".