María Dolores de Cospedal se ha tomado unos días de descanso en Marbella (Málaga) para pensar qué hacer con su futuro. De momento, sigue siendo la presidenta del PP de Castilla-La Mancha, un cargo que le concede un asiento en el Comité Ejecutivo Nacional de Pablo Casado. Sin embargo, una gran mayoría en el Partido Popular sitúa ya a la exsecretaria general del partido como cartel electoral para las elecciones europeas de mayo de 2019. Si se confirmarse el puesto, Cospedal volvería al Comité de Dirección de los lunes donde el presidente, ahora Pablo Casado, traza la estrategia política que debe seguir el partido para volver cuanto antes al Gobierno.

La exsecretaria general del Partido Popular fue una de las grandes vencedoras del congreso, ya que su respaldo a la candidatura de Pablo Casado fue imprescindible para la victoria del palentino. El recién estrenado presidente del PP correspondió a Cospedal colocando a sus afines en puestos clave. La exministra Isabel García Tejerina es vicesecretaria; la exministra Dolors Montserrat, jefa de campaña de Cospedal, portavoz en el Congreso, y el exministro Juan Ignacio Zoido preside el Comité Electoral Nacional.

Cospedal hubiera podido ser lo que hubiera querido en el nuevo PP, pero ella optó por tomarse el verano para reflexionar y tomar una decisión: seguir o no en política. Mientras tanto, Pablo Casado la colocó en la presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores, un puesto que le supone 1.431 euros mensuales más en la nómina y proyección de cara al futuro. "Es el mejor lugar para estar si quiere irse a Europa".

Casado comparece tras su encuentro con Pedro Sánchez

El valenciano Esteban González Pons, que encabezó esa lista en las últimas elecciones, quiere seguir trabajando en Bruselas. Sin embargo, fuentes cercanas al europarlamentario recuerdan que la decisión de quién es el número uno de la lista le corresponde al presidente. "Si Pablo decide que sea Dolores quien encabece la lista, Esteban no tendrá inconveniente de ser su dos. Y si él va de uno y ella de dos, tan contento también", aseguran desde su entorno.

Después del verano, Cospedal tendrá que decidir también qué hacer con la presidencia del PP de Castilla-La Mancha. Pueden pasar dos cosas: que se quede con ella y pacte con Pablo Casado quién será el candidato a las elecciones autonómicas o que decida irse, como hizo Rajoy, y convoque una Junta Directiva Regional para elegir a su sucesor con 'dedazo' o abrir un Congreso Extraordinario para que voten todos los militantes.

Las fórmulas

Los estatutos del Partido Popular recogen que el presidente nacional del partido es el candidato a La Moncloa. Sin embargo, los cabezas de cartel para las diecisiete autonomías y los municipios se pactan con la dirección nacional. En el caso de que Cospedal decida quedarse con la presidencia del partido, lo lógico sería que el candidato fuera Vicente Tirado, su mano derecha en Castilla-La Mancha, secretario general del PP en esa autonomía, el hombre a la sombra de Cospedal que lleva toda la vida esperando su momento.

Casado y Cospedal le han premiado su fidelidad y lo han sustituido por el todopoderoso Javier Arenas: desde hace dos semanas Tirado es el nuevo vicesecretario de Política Autonómica, un puesto que lo sienta todos los lunes cerca del presidente en el Comité de Dirección. A pesar de que su fidelidad a Cospedal lo coloca en la mejor posición para la sucesión, en su contra juega la edad: Tirado forma parte de una generación ya mayor (55 años) para la imagen fresca, joven y renovada que los dirigentes del PP quieren implantar en la formación tras el triunfo de Casado, el aspirante que menos opciones tenía de suceder a Mariano Rajoy.

El plan B en Castilla-La Mancha es que Cospedal anuncie en la primera Junta Directiva Regional de septiembre que quiere marcharse y elegir directamente a su sucesor o que los militantes los que voten, como hicieron hace menos de un mes con el recambio de Mariano Rajoy. "No se le pasa por la cabeza volver a presentarse. Ya fue presidenta de Castilla-La Mancha, eso forma parte del pasado. No lo hará. La duda es si aceptará irse a Europa o si deja la política definitivamente", aseguran fuentes de su entorno.

Tras el reñidísimo cónclave nacional, pocos son los que ya apuestan por el 'dedazo' como fórmula a la sucesión. "No creo que Pablo Casado le deje elegir a Tirado después del ejemplo que hemos dado con las primarias nacionales. Sería volver atrás", resume un alto cargo de Génova que ve a Cospedal "todavía dentro" de la política que fuera.

Los aspirantes a sucederla

Si la fórmula elegida finalmente es replicar el Congreso Extraordinario en el que triunfó Casado, el nombre de Vicente Tirado no es el único que está encima de la mesa. En todas las quinielas aparece la exalcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, vicepresidenta de la Mesa del Congreso, aunque en el feudo castellanomanchego descartan sus aspiraciones. "Está más cómoda en Madrid. Esta comunidad es muy extensa y no la veo recorriendo pueblo a pueblo, desde Sigüenza hasta Puertollano", describe un fontanero de esta autonomía.

Menos conocido a nivel nacional pero con grandes opciones a suceder a Cospedal es el presidente del PP de Albacete, Francisco Núñez. Pablo Casado incorporó a Núñez, alcalde de Almansa, entre los 35 nombres de su Comité Ejecutivo Nacional. Nacido en 1981, es de esa generación que creció al calor de las Nuevas Generaciones, como el propio Casado o el nuevo secretario general, Teodoro García Egea. Otros cuatro nombres que saltan cuando se habla de sucesión son: Ana Guarinos (1969), presidenta del PP de Guadalajara; Benjamín Prieto (1975), presidente de la Diputación de Cuenca; Antonio Román (1965), alcalde de Guadalajara y el de Seseña, Carlos Velázquez.