Ana Pastor ha tatuado un nombre y un apellido en su discurso: Mariano Rajoy. Ha prologado su retahíla de elogios definiéndose como "una privilegiada" que ha podido "ver de cerca" la "gran obra" del expresidente. Desde el principio, ha aclarado su adhesión sin condiciones: "Eres el mejor presidente que hemos tenido". Unas palabras que han puesto en la cabeza de los compromisarios otro nombre, José María Aznar, que no ha recibido halago alguno.

La presidenta del cónclave que elige al sucesor de Rajoy ha lamentado "no tener tiempo" para laudar al catorce años líder del PP, pero ha dedicado cerca de un cuarto de hora a agradecerle los servicios prestados. Le ha calificado como "el mejor" que ha visto en política.

Aunque se marcha, Pastor ha avanzado: "El trabajo de Rajoy no ha terminado. Seguirá dando sus frutos. Has levantado este país". Toda vez que Pastor cogía aire para lanzar un nuevo piropo, los 3.000 compromisarios arrojaban una ovación atronadora; muchas de las cuales han arrancado lágrimas a Rajoy.

Parafraseando a Winston Churchill, Pastor ha afirmado: "La responsabilidad es el precio de la grandeza". Luego ha añadido: "Has mejorado la vida de los españoles".

En clave más general y en referencia a las siglas, Pastor se ha referido al PP como "un partido reformista que ha conseguido cambiar las cosas sin meterse con nadie". La presidenta del Congreso ha cerrado su intervención con unas palabras para Viri, la esposa de Rajoy: "Sin ti a su lado esto no habría sido posible".