La revolución que ha supuesto en el Partido Popular elegir al nuevo presidente ha provocado que un aluvión de militantes quieran participar en el proceso por primera vez en la historia del partido. La dirección nacional del PP está preocupada porque aproximadamente el 90% de los 869.535 militantes no están al corriente de pago, requisito indispensable para poder votar que ha provocado una gran indignación.

Dos de los tres candidatos con más opciones de ganar, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, han pedido públicamente que la Comisión Organizadora del Congreso levante esta prohibición y dejen votar a todos los afiliados que lo deseen sin tener que pagar los 20 euros de cuota que se exige. Una ola de indignación ha removido las bases del PP, que cuenta con más de 700.000 afiliados que no abonan su cuota anual y que ahora quieren ir a votar al futuro presidente sin tener que pagar por hacerlo.

La exvicepresidenta del Gobierno fue la primera en romper una lanza a favor de aquellos afiliados enfurecidos por la barrera económica. En una entrevista radiofónica, le preguntaron por la indignación que recorría las bases cuando se acercaban a sus sedes para inscribirse y le reclamaban el coste de la afiliación.

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Santamaría reconoció que los afiliados han estado "a las duras" con el PP y que, por lo tanto, se merecen poder participar en una elección histórica. En conversación con EL ESPAÑOL, Pablo Casado fue más allá incluso que su rival: "Por mí, que voten los que no están al corriente de pago y los que no se inscriban. Si se hacen primarias, que sean de verdad". Hay que recordar que aquellos militantes que no se inscriban en sendas sedes antes del lunes no podrán votar el 5 de julio. 

Agravio comparativo

Estas declaraciones generan una polémica hasta ahora sin precedentes en un PP acostumbrado a la disciplina de partido. El Comité Organizador del Congreso recuerda que esta norma se aprobó en el anterior Congreso y está incluida en los estatutos. De hecho, este requisito fue ya impuesto en los anteriores congresos regionales del que salieron muchos de los barones territoriales que hay actualmente. No cumplirlo generaría un agravio comparativo con aquellos afiliados que sí están al corriente de pago.

Los candidatos que se han rebelado contra los estatutos son conscientes de que una alta participación beneficia sus candidaturas. Lo habitual en el Partido Popular es que la participación sea muy baja y que solo vote "el aparato", que son militantes y afiliados con cargos en el partido que votan al candidato oficial. En este caso, la candidatura más afín a los cargos electos es la de María Dolores de Cospedal por ser la secretaria general del PP.

La escasísima participación hasta ahora

La comisión organizadora cree que en este proceso la participación será mucho más alta que en los últimos congresos por la gran competitividad que hay. De hecho, en el congreso del que salió elegida Cristina Cifuentes solo se inscribieron el 11% de los militantes y votaron el 8%; en Castilla-La Mancha, el 6,5%. Unos datos que avalan el escasísimo interés que ha habido en elegir a unos candidatos que, hasta ahora, eran incontestables.

Los militantes que deseen participar en la elección del futuro presidente tienen hasta el lunes 25 de junio para inscribirse. Y, si nada cambia hasta la fecha, aquellos que no estén al corriente de pago deberán abonar 20 euros si quieren participar en el proceso. Si no lo hacen quedarán excluidos de la votación.