Los políticos no se harán la foto con los inmigrantes del 'Aquarius' cuando el buque y las dos embarcaciones que lo escoltan lleguen a Valencia este fin de semana. Tampoco está completamente claro el futuro de los rescatados una vez pisen suelo español, aunque la vicepresidenta del Gobierno ha admitido que algunos pueden acabar en CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros).

La flota de tres barcos llegará de manera escalonada, previsiblemente el domingo, al puerto de Valencia para que dé tiempo a una recepción "respetuosa y acogedora" y una atención física, psicológica y jurídica adecuada. Además, se atenderán las necesidades de cada uno de los pasajeros de manera individualizada atendiendo a sus circunstancias personales.

Así lo han señalado la vicepresidenta Carmen Calvo, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, tras mantener una reunión para coordinar la llegada del buque.

Calvo asegura sobre 'Aquarius' que se actuarán según el protocolo

Calvo ha explicado que había que responder a esta "crisis humanitaria" con 630 personas "sin posibilidad de llegar a ningún puerto seguro" y en una situación "de completa incertidumbre y penurias".

Tras las primeras atenciones sanitarias llegará la segunda fase del operativo en la que se atenderá de manera individualizada a cada una de estas personas para ver cuál es su situación jurídica, atender a las peticiones de asilo y prestando especialmente a la situación de los menores y a las mujeres posibles víctimas de la trata.

Sin políticos en la recepción

La vicepresidenta ha señalado que la recepción de estas personas tiene que ser "respetuosa, eficiente, tranquila y plenamente solidaria" y, preguntada sobre si esto supone que no debe haber políticos, ha respondido: "Sí, exactamente". Ha agregado que las instituciones están haciendo su trabajo en reuniones como esta pero después serán los expertos los que deben decidir.

Preguntada sobre cuál será el futuro de estas personas una vez pisen suelo español y qué pasará con quienes no consigan la consideración de refugiados, Calvo ha explicado que se va a actuar "con los protocolos establecidos" de acuerdo a la legislación española y habrá que atender "a qué personas piden asilo" y los condicionantes por los que se otorga, lo que se evaluará con entrevistas personales.

Ante la pregunta de si irán a los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros), ha señalado que "unos irán a los centros de extranjeros, otros irán a centros de ayuda humanitaria y políticas sociales" y los menores "en principio se quedan en València" por la necesidad de identificación y comprobación de edad y de circunstancias en las que llegan.



Por su parte, el presidente de la Generalitat ha calificado esta operación como "una acción de solidaridad sin precedentes", ha agradecido el ofrecimiento de "miles y miles de personas, entidades, sociedades cívicas y religiosas" a prestar apoyo, y ha destacado que "lo primero son las personas que van a bordo de estos barcos" y que "puedan tener un destino y, finalmente, un proyecto de vida".

"Hemos dado un gran ejemplo", ha dicho, mostrando a una Comunitat Valenciana "abierta, solidaria y hospitalaria" y ha manifestado su deseo de que la ayuda que presta España sea "una referencia en el mundo" en materia de derechos y libertades, porque así debe enfocarse la nueva política europea de inmigración.