Ninguna turbulencia marca el ritmo a Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno se comprometió con su partido a cambiar de estrategia para frenar el auge imparable de Ciudadanos. Pero la realidad sigue siendo la misma desde que se instaló en Moncloa. El jefe del Ejecutivo ha evitado por todos los medios que Luis de Guindos abandone su gabinete antes del examen que ha pasado este lunes ante el Parlamento Europeo, como prefería el ministro de Economía. El relevo será la semana que viene, cuando quiere Rajoy.

Rajoy relevará al ministro de Economía la próxima semana

El presidente utilizó exactamente la misma estrategia cuando su jefe de gabinete abandonó su puesto un día después de las elecciones en Cataluña. Esperó hasta un mes después para nombrar a su sustituto, que se enteró unas horas antes de su nuevo destino.
Era el propio Luis de Guindos quien adelantó en los pasillos del Congreso el pasado miércoles, cuando se enfrentó a su última sesión de control, que su sustituto se conocería antes de este lunes. El ministro cayó en el error de anunciar su deseo antes de mantener una charla con el presidente. La salida de Guindos de Moncloa no fue al consejo de ministros del viernes, por lo que su anhelo de acudir ya hoy como candidato al BCE sin cargas políticas no tuvo efecto. 
Rajoy ha esperado hasta este lunes para anunciar en Marruecos que hará el cambio en unos días y que se circunscribirá única y exclusivamente al área de Economía. Un aviso que exaspera a todos los estamentos del Partido Popular. Con esta jugada, el presidente insiste en que no acomete una remodelación mayor de Gobierno porque solo se cambia lo que no funciona.
Hay miembros del PP que culpan al inmovilismo del Gobierno del auge de Ciudadanos y cuestionan la validez de algunos ministros, grandes desconocidos para la sociedad. Una opinión que no comparte Rajoy, que insiste en que su gabinete solo lleva funcionando "16 meses" y está "cumpliendo con su cometido".

Juan Manuel Moreno, candidato

Tampoco las últimas encuestas que vaticinan que Ciudadanos adelantaría al PP si hoy se celebrasen elecciones en Andalucía han hecho removerse al presidente en su sillón. La idea de la dirección nacional del partido es tener más o menos elegidos a la mayor parte de sus candidatos para las elecciones de 2019 antes de este verano. Y en esa quiniela nadie descarta que Juan Manuel Moreno sea su candidato a la Junta de Andalucía, por muy malas que sean las encuestas para el partido y muy buenas para Ciudadanos.
Con esta actitud de seguir confiando en el inmovilismo, el jefe del Ejecutivo pasa olímpicamente de la advertencia de Albert Rivera, que ya advirtió en el pleno de la semana pasada de que tenía ante sí una buena oportunidad para acometer una "gran remodelación" aprovechando la salida del ministro. De hecho, el líder de la formación naranja le dio la clave de por dónde podía empezar: "Su actual equipo está paralizado, si iniciativa, sin liderazgo. Tiene cuatro ministros reprobado en el Parlamento": el de Justicia, el de Hacienda, el de Interior y el de Asuntos Exteriores.
Al presidente tampoco le importan las críticas internas. De hecho, su equipo resalta que cuando los barones y la plana mayor del PP se reúne en Génova nadie replica a Rajoy. La última reunión se produjo hace dos semanas. El presidente invitó a un almuerzo de trabajo a los líderes del partido regionales, a su comité de dirección y a los ministros Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro

"Ni un minuto ni un segundo"

Nadie habló de Ciudadanos. Solo pasó de puntillas por ese asunto Alfonso Fernández Mañueco. El presidente del partido en Castilla y León pidió "plantar cara" a Cs. Pero después Fernando Martínez-Maillo insistió en que no le habían dedicado nada, "ni un minuto, ni un segundo" a hablar del partido de Rivera.
La realidad es que a Rajoy no le preocupa Rivera. El presidente insiste en que las encuestas son fotos fijas de un momento y que aún quedan dos años para las elecciones generales. Porque su intención también es agotar esta legislatura y, por qué no, volver a ser candidato. Sería la sexta vez que se presente como cabeza de cartel del PP a unas generales.