Las negociaciones entre JxCat y ERC para desbloquear la investidura tras las elecciones del 21-D vuelven a encallar. Así lo han confirmado las dos partes, tras una larga jornada de conversaciones que no han llegado a buen puerto.

El principal punto de desencuentro tiene que ver con la estructura de la futura presidencia de la Generalitat. ERC había aceptado que Puigdemont asumiera desde Bruselas una presidencia simbólica.

El partido de Junqueras reclama también una vicepresidencia de contenido polítco. Sería la que llevaría el día a día de la nueva Generalitat desde Barcelona. El nombre de esa persona es la que ocuparía ese cargo es el que está generando más dificultades en el avance de la negociación, según avanzan varios medios catalanes.  

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha pedido generosidad a JxCat para superar la tirantez que se está produciendo en el tramo final de la negociación con este grupo parlamentario para un acuerdo global para la investidura, el Govern y la legislatura, que espera cerrar "cuanto antes, mejor".

En declaraciones en los pasillos del Parlament, Sabrià ha valorado así el estado de las negociaciones entre JxCat y ERC, que se han interrumpido esta tarde por las diferencias que aún existen entre las dos partes pero que se retomarán de inmediato.

"Estamos en los últimos momentos de la negociación y esto siempre puede llevar a más tirantez, pero poniendo generosidad llegaremos al objetivo", ha subrayado Sabrià.

Una generosidad que el republicano ha puntualizado que significa "buena voluntad por parte de todos", al tiempo que ha asegurado que los puntos más difíciles ya se han superado, aunque todavía no hay acuerdo.