El 25 de abril del 2014, Jordi Cañas (Barcelona, 1969) citó al general Douglas MacArthur en su rueda de prensa de despedida. "Volveré", dijo. Cañas ha cumplido su propia profecía cuatro años después. El político que acompañó más tiempo a Albert Rivera en Cataluña cuando Ciudadanos tenía apenas tres escaños en el Parlament ha quedado exonerado este miércoles del delito de fraude fiscal que provocó su dimisión. No era ni siquiera un caso de corrupción política. Era anterior a su etapa como diputado. Pero Cañas eligió apartarse en una decisión que ahora puede parece normal pero que entonces no tenía precedentes.

"Se acabó la pesadilla", dice Cañas a EL ESPAÑOL. "Se ha demostrado que uno se puede dedicar a la política, irse si hay un problema y volver. No es normal que el caso haya tardado cuatro años, pero aquí estamos".

Rueda de prensa de dimisión de Jordi Cañas en 2014

Aplausos de ERC

Muchas de las claves de quién es Jordi Cañas están en el día de su despedida. Anna Simó, de ERC, era la vicepresidenta primera del Parlament en 2014. Aquel día, en ausencia de la presidenta Núria de Gispert, Simó tomó la palabra para despedir públicamente a Cañas y desearle suerte. Varios diputados de ERC le aplaudieron. Eran los mismos diputados a los que Cañas ponía de vuelta y media en algunas intervenciones que han quedado para la historia de Ciudadanos en el Parlament. Esa camaradería política a pesar de las diferencias ideológicas también ha muerto con el procés. Cañas fue, según han admitido siempre en Ciudadanos, el mejor poli malo que tuvo jamás Rivera. Como portavoz y mano derecha de Rivera fue implacable en su discurso contra el separatismo y el nacionalismo 

Cañas se vio en vuelto en una acusación por una supuesta factura falsa en 2005. La persona que le acusó ha admitido que lo hizo falsamente. Y se ha retirado la acusación contra él. Han tardado cuatro años. El ex portavoz naranja ha estado retirado de la primera línea política, pero ha mantenido una asesoría externa al grupo de Ciudadanos en la Eurocámara. Cañas admite que las muestras de cariño de sus compañeros han sido abrumadoras. A su partido no le reprocha nada. 

"Quién no ha vivido esto no es consciente del impacto emocional que significa. Influye en tus relaciones personales, afectivas, sociales y en tu itinerario profesional", explica. "Pero el partido ha hecho conmigo lo que tenía que hacer. Después el trato humano y personal siempre ha sido estupendo".

Cañas se encuentra en 2018 con un partido irreconocible. Cuando se marchó, tenían tres escaños en Cataluña. Hoy son la primera fuerza política del Parlament con 36 diputados, y Rivera lidera la cuarta fuerza política del país con 32 escaños en el Congreso. El partido tiene 24.000 afiliados y está implantado en toda España.

Cañas, un ex militante del PSC, se afilió a Ciudadanos en 2007 como tantos otros afiliados socialistas que vieron en este partido un refugio ante la deriva nacionalista de los tripartitos. Quizá fuera de Cataluña no sea demasiado conocido. La expansión nacional de Ciudadanos es posterior a él. Pero en Cataluña es un referente.

Apoyo de la militancia catalana

Para entender el peso de Cañas entre la militancia catalana sólo hay que mirar lo ocurrido hace ahora un año en la Asamblea General del partido que eliminó la socialdemocracia. Cañas, que se oponía al cambio de ideario, montó una lista alternativa de compromisarios y derrotó a la candidatura oficial de Rivera. Fue el único territorio de España en el que la dirección perdió. El resto es sabido. Ciudadanos eliminó la socialdemocracia de sus estatutosCañas aceptó el resultado y volvió a segunda línea. 

En estos meses, ha apoyado desde las redes sociales a su partido en el desafío separatista. ¿Tiene opciones reales de regresar? Cañas dice que sería un "orgullo" y que probaría que es posible ser honesto y volver si la justicia prueba tu inocencia. 

"Yo hice lo que tenía que hacer y no me arrepiento. Hace cuatro años dije que si salía bien volvería y volveré", asegura. "Ahora, si puedo o no lo decidirá el partido. Y voy a respetar lo que decidan. Si deciden que vuelva bien y si no, no pasará nada".

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