Bruselas

En teoría se trataba de aparcar por unas horas el combate electoral y exhibir un frente común independentista en Bruselas con el fin de presionar a la UE para que intervenga en la crisis catalana. En la práctica, el expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha capitalizado exclusivamente para su lista Junts per Catalunya el éxito de la manifestación de este jueves en la ciudad belga -a la que han acudido 45.000 personas, desbordando las previsiones iniciales- a costa de sus exsocios de Gobierno de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC).

Y es que la estrategia de Puigdemont de huir a Bélgica tras la declaración unilateral de independencia del Parlament le está dando muchos réditos electorales. No sólo puede hacer campaña libremente aunque a distancia, sino que su figura de presidente en el exilio genera entusiasmo entre los votantes independentistas, según las encuestas y como se ha visto también en la manifestación.

Además, el Tribunal Supremo ha retirado la euroorden que pesaba contra él y los exconsellers, maniobra que el expresidente catalán ha presentado como una victoria frente al Estado español. El auge en los sondeos de Puigdemont ha eclipsado a su exvicepresidente, Oriol Junqueras, en desventaja en la campaña al hallarse en prisión preventiva en la cárcel de Estremera. En el reparto de papeles que hicieron los exconsellers entre quedarse o huir a Bélgica, a Junqueras le ha tocado la peor parte. En Bruselas le ha sustituido su número dos, Marta Rovira, pero todos los focos estaban en el 'president'. Ella quedó en segundo plano.

El trabajo sucio de Artur Mas

De hecho, Puigdemont llegó a la manifestación independentista de Bruselas como si fuera una estrella del rock. Su presencia provocó furor entre los manifestantes, que le aclamaban al grito de 'presidente' y le hacían fotos y vídeos con sus móviles. La salida de la marcha tuvo que retrasarse porque el expresidente de la Generalitat apenas podía avanzar para llegar a su pancarta.

Puigdemont ni siquiera tuvo que entrar en el cuerpo a cuerpo electoral con ERC. En su intervención ante los manifestantes hizo un discurso plenamente presidencial, sin ninguna mención a la contienda política del 21-D. Se concentró en atacar a las instituciones comunitarias por su "doble vara de medir" con Cataluña y por "animar a Rajoy en su represión".

El trabajo sucio se lo dejó a su antecesor, Artur Mas, que en el mitin conjunto del miércoles en Bruselas, pidió expresamente a los votantes de ERC que esta vez apoyen la lista de Junts per CatalunyaSi no gana Junts per Catalunya, es decir, si triunfa ERC como auguraban hasta hace poco la mayoría de las encuestas, "el daño a Madrid será mucho menor". "Lo que más temen en Madrid, lo que más temen Rajoy, Ciudadanos, Rivera y los poderes fácticos del Estado español, lo que realmente les mete miedo en el cuerpo es que el presidente Puigdemont gane estas elecciones".

¿Hay un bloque independentista?

Todo ello situó a Marta Rovira, a la que acompañaba su portavoz en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, en una posición defensiva. La número dos de ERC  empezó su discurso leyendo una carta escrita por Oriol Junqueras desde la cárcel. "Seguid, no desfallezcáis nunca, luchad. Votad", era el mensaje de Junqueras. Y a diferencia de Puigdemont, ella sí tuvo que contestar a las preguntas de los periodistas.

¿Cómo valora la encuesta de El Periódico según la cual Puigdemont atrapa a Junqueras, que durante meses ha sido favorito para ganar las elecciones catalanas? "La mejor encuesta será la del 21 de diciembre y por eso llamamos a todo el mundo a votar. Necesitamos ganar estas elecciones", contestó. ¿Qué le parece la OPA hostil de Artur Mas? "Nosotros formamos parte de un bloque republicano en el que todas las listas tienen los mismos objetivos de entrada, que son restituir las instituciones democráticas y exigir la libertad de los presos políticos", respondió Rovira.

Los manifestante de Bruselas sí parecían tenerlo claro. Uno de los lemas más repetidos en pancartas y cánticos fue 'Puigdemont es nuestro presidente'. Y la mayoría de los entrevistados por EL ESPAÑOL admitían que viajaron a la capital belga no para pedir ayuda a la UE o para manifestarse en su contra, sino para ver de cerca y respaldar a su 'president' y a su antiguo Gobierno en el exilio.

"Hemos venido a apoyar a nuestro presidente", explicaba Dolors, que había viajado en autocaravana desde Girona. "Tenemos al Gobierno en el exilio y queremos que Puigdemont siga siendo nuestro presidente, queremos recuperar nuestras instituciones", aseguraba Montserrat, una de las voluntarias encargadas de organizar la manifestación, que llegó a Bruselas en coche desde Sabadell con su marido y una pareja de amigos.