La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se reunirá con Sociedad Civil Catalana (SCC) el próximo viernes a las 11 de la mañana, según ha sabido EL ESPAÑOL de fuentes conocedoras de este encuentro. Es una entrevista muy significativa políticamente. Por un lado, se produce en vísperas del 21-D y en pleno debate sobre la posición que adoptarán los Comunes si, como sugieren las encuestas, las urnas conceden al partido de Colau un papel de árbitro entre el constitucionalismo y el independentismo. Por otro, la alcaldesa ha sido muy crítica con Sociedad Civil, que ha logrado aglutinar a un grupo muy numeroso y transversal de catalanes que defiende la unidad de España.

Era la tercera vez que Sociedad Civil solicitaba por carta a Colau un encuentro. Después de rechazarlo en dos ocasiones, ha terminado aceptando. La asociación se ha marcado tres objetivos. El primero es que la alcaldesa de Barcelona conozca al nuevo presidente de SCC, José Rosiñol. Sociedad Civil quiere además presentar su plan de acción a favor de la convivencia y el diálogo en Cataluña. Se trata de una serie de acciones con las que esta organización quiere poner el foco en lo que une a los catalanes y empezar a reconstruir la fractura social que ha provocado el proceso separatista.

Canal permanente con Colau

Sociedad Civil quiere abrir un canal de comunicación permanente con Colau. Y establecer puentes de diálogo con su equipo de Gobierno. Algunos cargos de los Comunes en el Ayuntamiento como Gerardo Pisarello o Jaume Assens han sido tradicionalmente muy críticos con esta asociación.

La entrevista adquiere una especial relevancia por el momento político y la cercanía del 21-D. La fotografía que ofrecen ahora las encuestas indica que ni el bloque constitucionalista ni el independentista alcanzarían la mayoría absoluta. El candidato de los Comunes Xavier Domènech no mejoraría los 11 escaños de hace dos años, pero el peso de esos diputados puede ser determinante para la formación de Gobierno.  

Colau ha dicho que no es independentista, pero partició en el referéndum del 1-O. Domènech propone un referéndum pactado con el Estado. ERC ha invitado a Catalunya en Comú a un Gobierno de concentración con el PDeCAT y la CUP. Y Ciudadanos también ha dejado caer que no descarta negociar con Colau una abstención si existe la posibilidad de una investidura de Inés Arrimadas. En una reciente entrevista con EL ESPAÑOL, Rosiñol dijo que la alcaldesa de Barcelona "es equidistante".

"Y puedes serlo entre el Barça y el Madrid, si no te gusta el fútbol. Pero no puedes serlo entre quien incumple la ley y quien la hace cumplir", dijo el presidente de Sociedad Civil. "Lo único que pedimos es que se cumpla el marco constitucional, con el Gobierno que sea. Incluso si es nacionalista. Porque quien quiera que sea el próximo president tiene que pensar en el conjunto de los catalanes, no en una sola parte", añadió sobre si contaban con Colau para la normalización que proponen.

Las marchas de octubre

La relación de Colau con Sociedad Civil durante el proceso separatista ha tenido muchos altibajos. Y no ha sido precisamente buena. La alcaldesa de Barcelona no apoyó las manifestaciones multitudinarias convocadas a favor de la unidad de España los días 8 y 29 de octubre. Sobre la primera de ellas, no hizo comentarios. En la segunda, con el 155 recién aprobado y el Govern destituido, publicó un tuit conciliador. Colau se mostraba orgullosa de la "Cataluña plural".

Pero al tiempo que escribía ese tuit acusaba a los organizadores de montar una marcha a favor del 155. Uno de los momentos más tensos de esos días se produjo cuando Colau dijo que Sociedad Civil no había condenado algunos incidentes aislados que se produjeron al margen de la manifestación principal de finales de octubre. La asociación desmintió a la alcaldesa en las redes sociales.

 

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