El Partido Socialista del País Valencià (PSPV) inauguró este viernes su 13º Congreso Nacional en Elche, el Congreso de la reconciliación. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se fundió en un abrazo con el secretario general del PSPV, Ximo Puig, para escenificar el reencuentro, al menos delante de las cámaras. "Tú eres mi secretario general, Ximo. Puedes contar conmigo". El líder socialista se ha mostrado cercano a los problemas de los valencianos.

Sánchez quiere dejar atrás las diferencias con Puig y unir al partido entorno a su figura. Para ello ha hecho un discurso donde se ha mostrado cercano a las demandas del PSPV. En su intervención ha reconocido que los valencianos "sufren de la financiación autonómica de Madrid" y ha prometido cambiarlo si llega al Gobierno.

Además, el secretario general, ha afirmado que nadie ha perdido en las primarias valencianas. En ellas Ximo Puig, que fue uno de los que firmó contra el actual secretario general el pasado mes de octubre, revalidó su liderazgo con casi el 60% de los votos frente al rival, Rafa García, candidato más afín al secretario general. Sánchez, con su discurso unionista, ha dicho que el "único y claro ganador es el PSPV".

Un programa alejado de Ferraz

La unión entre ambos líderes no se refleja en el programa con el que saldrá el PSPV tras este fin de semana. El lema del Congreso muestra a las claras que Puig, que juega con la carta que le presenta como el primer presidente de la Generalitat socialista del siglo XXI, pretende virar hacia un nacionalismo valenciano que le aúpe por encima de Compromís y le libere del control de Ferraz.

La declaración de intenciones se hace en la Ponencia Marco del Congreso, que comienza estableciendo al PSPV como "un partido democrático, de izquierdas, valencianista y federalista”.

El lema es "La vía valenciana", un slogan que se asemeja mucho a "A la valenciana", el nombre de coalición con el que concurrieron Compromís, Podemos e Izquierda Unida en las últimas elecciones autonómicas, que a su vez auparon a los socialistas al gobierno 20 años después. 

Amenaza con un modelo como el PSC

El reelegido líder del PSPV juega con una baza a su favor a la hora de solicitar mayor independencia a Sánchez: la enmienda número 304. A la Ponencia Marco del Congreso se han presentado más de 500 enmiendas pero una ha resaltado por encima de todas: la que amenaza con separar legalmente al PSPV del PSOE e instalarse como un partido asociado a la dirección nacional en lugar de ser una “federación” de Ferraz.

La misiva está lanzada por la agrupación de La Safor-Valldigna que controla el número dos de Puig, Alfred Boix. Para que esta avance y sea votada por los 444 delegados debe ser primero refrendada por al menos un 20% de la comisión en la que se debatirá en la mañana del sábado. 

El texto pide ”avanzar hacia la configuración de un nuevo PSPV como un partido federado con el PSOE” y hace referencia directa al modelo del PSC, al pedir un partido “a imagen y semejanza de los socialistas de Cataluña”.

Sin embargo, parece complicado que esta enmienda salga adelante, aunque su existencia es una amenaza para Sánchez y sirve a Puig de gancho para pedirle mayor autonomía.