Al tercer día, el sanchismo resucitó. Pedro Sánchez y su entorno asistieron impávidos a la presentación de la candidatura de Patxi López. Fue anunciada el sábado a la prensa, explicada en una comparecencia el domingo y desarrollada por dos entrevistas el lunes. Hasta ahora, el ex secretario general y su reducido equipo habían guardado silencio mientras digerían el cóctel de decepción, traición y resignación ante la candidatura del diputado vasco, durante dos años uno de sus más importantes aliados.

Pero en cuanto se han serenado los ánimos, los más cercanos a Sánchez, los que le siguen siendo fieles, han vuelto a moverse con dos argumentos como motor: no apoyarán a Patxi López porque creen que no es lo que necesita el PSOE y están decididos a competir, no sólo con Susana Díaz, de quien no tienen dudas de que se presentará, sino también con el exlehendakari.

Sánchez permanece en silencio. Sus personas más cercanas, aquellos que lo arroparon en las primarias de 2014 cuando no lo conocía prácticamente nadie, mantienen que está "tranquilo" y valorando sus opciones. No se atreven a poner mucho más en su boca. En el círculo de leales están varios diputados que votaron "no", pero también otros que se abstuvieron, como Adriana Lastra (Asturias) o José Luis Ábalos (Valencia), con quienes ha protagonizado sus dos actos con militantes. También colaboradores sin cargo institucional y que han vuelto a sus ocupaciones previas tras pasar por Ferraz. 

Este lunes, las personas que le siguen siendo fieles comenzaron a desmontar la candidatura de Patxi López, una "equivocación" en sí misma, por el momento elegido y por lo que trataba de conseguir, según el entorno del exlíder.

Operación 'Desmontar a Patxi'

"Patxi ha dicho que sigue pensando que fue un error abstenerse, pero que lo hizo por cultura de partido. Pues a alguien así, que es capaz de ir en contra de su país para estar cómodo en su partido, no lo quiero cerca. Otros defendían la abstención por convicción y me merecen mucho más respeto, aunque crea que estén equivocados. Pero los militantes, que son los que votan, no son tontos y lo reconocerán como lo que es: un hombre que no propone ningún cambio más que retórico para seguir mandando en el partido", explica un diputado que votó "no" a Mariano Rajoy.

Los cercanos a Sánchez creen "evidente" que López está buscando el apoyo de los militantes más movilizados y críticos con Susana Díaz, pero están seguros de que no lo conseguirá. "¿Cómo se va a presentar ante ellos diciendo que defendía la abstención pero luego se abstuvo? Fue cómplice de la investidura de Rajoy y por lo tanto de lo que ha venido después, que nunca ha criticado. Ahora dice que no está de acuerdo con el pacto sobre el salario mínimo [hubiera sido "más radical" y "exigente", dijo López en la Cadena Ser], pero... ¿por qué no dijo absolutamente nada en la reunión del grupo parlamentario en la que se decidió?", se pregunta un colaborador.

Patxi López "no es creíble", entre otras cosas, porque cuando habla de "camuflaje" con la derecha y "rebelión" ante el PP, dos palabras que utilizó este domingo, "se le olvida que fue elegido lehendakari y presidente del Congreso gracias al apoyo del PP", explica.

El diputado vasco es también criticado por la elección de su equipo de colaboradores más cercano, donde están los ex secretarios de Organización Óscar López y César Luena, todos del núcleo duro de Pedro Sánchez durante los últimos meses de mandato. "Es irónico que los que han controlado el partido durante años vengan a proponernos ahora un giro a la izquierda. Son el aparato de siempre y siguen cómodos en sus escaños mientras Pedro dimitió. Ahora nadie duda de que la imagen de Pedro ha crecido por su convicción de que había que votar 'no' a Rajoy", explican. "Ellos sólo buscan sobrevivir", lamentan otro parlamentario.

El equipo de Sánchez cree que la candidatura de López se comenzó a preparar mucho antes de la dimisión del exlíder el 1 de octubre y sospechan que, si al final creen que van a perder o que pueden ser represaliados por Díaz, pactarán con la misma lógica de asegurarse cuota de poder, algo negado hasta la saciedad por López. 

Los colaboradores de Sánchez también tienen palabras para los barones del "no es no" que antes le apoyaban y que ahora se han pasado a la candidatura de López. Entre ellos la presidenta de Baleares, Francina Armengol (la única jefa de Ejecutivo autonómico) y los secretarios generales de Madrid, Castilla y León o Murcia. "Han hecho sus cálculos y creen que con Patxi y sin que se presente Pedro tienen alguna posibilidad de sobrevivir, pero se equivocan. Ellos son los generales, pero los que te mueven a los soldados son los capitanes. Y en cuanto haya un tercer candidato que sí encarne el "no" a Rajoy, quedarán en una posición insostenible. ¿Cómo justificarán que apoyaron a uno que se abstuvo y que traicionó a Pedro?", se pregunta una de estas fuentes, en contacto directo con Sánchez.

"Se han casado con el primer marinero que ha bajado del barco y por pura desesperación. Pero pueden venir más detrás", explican.

Operación 'Candidatura del no' 

El entorno de Sánchez cree que, sobre la base del rechazo a Patxi López, se tejerá inevitablemente una tercera candidatura que se disponen a apoyar, aunque sea vista como un intento marginal entre el aparato del partido.

El exlíder ha hecho saber que piensa decidir pronto qué hará porque "todas las cartas están sobre la mesa". La decisión cristalizará probablemente "en esta semana", indican, pero los suyos no tienen nada claros sus movimientos y no descartan nada.

Lo que sí creen es que López no puede sumar a muchos descontentos. "Sólo en Andalucía puede haber miles de críticos con Susana, muchos más que militantes hay en alguna federación que ahora tanto cacarea. Y esos militantes andaluces, que la soportan día a día y le hacen frente... ¿se van a echar en brazos de un sucedáneo?", se preguntan.

"Recuerda que muy pocos conocían a Pedro en 2014 cuando se presentó. Esas fueron las primeras primarias donde votó la militancia y el aparato tenía mucho peso. Pero nadie sabe qué pasará ahora. No se había producido la abstención, ni la militancia estaba tan radicalizada como ahora. De alguna manera nos hemos vuelto más rojos y las plataformas son un fenómeno inédito que quiere un cambio de verdad", advierten los próximos a Sánchez. "Si no es Pedro, será otro. A ver qué hace entonces Patxi", se preguntan.

Noticias relacionadas