Ni 12 de octubre, ni Premios Princesa de Asturias y sólo a medias este jueves cuando los reyes Felipe y Letizia y sus dos hijas procedan a la solemne inauguración de la XII legislatura en el Congreso de los Diputados. Podemos mantiene una relación sin definir con la monarquía y es en actos protocolarios como éste cuando más se deja sentir la fragilidad del lazo nueva izquierda-monarquía. Pablo Iglesias, el líder de Podemos, ha rechazado en dos ocasiones la invitación para acudir al Palacio Real el 12 de octubre, y este año también decidió dar la espalda por primera vez a la entrega de premios Princesa de Asturias en Oviedo.

Este jueves, los diputados de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea se limitarán a escuchar desde sus escaños el discurso institucional del rey desde la tribuna, pero no darán la bienvenida a los reyes y a las infantas y no participarán en la parte militar del acto. Tampoco se harán la foto institucional con la Familia Real en un acto especialmente relevante para Felipe VI: ésta es la primera vez que el rey inaugura la legislatura desde que accedió al trono en 2014, y es también la primera vez que acude con la princesa de Asturias, Leonor, de 11 años, y la infanta Sofía, de 9. Lo hace además tras diez meses de bloqueo político y cinco años después de que su padre, Juan Carlos I, inaugurara la X Legislatura en plena irrupción del escándalo Urdangarín.

Se trata de la legislatura más incierta de la democracia española, con un Gobierno en minoría, un Parlamento fragmentado y unos partidos de izquierda e independentistas (un tercio aproximado de la Cámara) que dan la espalda a un modelo de jefatura del Estado que consideran impuesto. Erc y Bildu (entonces Amaiur) tampoco acudieron en 2011, pero este jueves, según ha anunciado Iñigo Errejón, el portavoz parlamentario de Podemos, los dos miembros de Podemos de la Mesa del Congreso (Gloria Elizo, vicepresidenta cuarta y Marcelo Expósito, secretario tercero) se ausentarán expresamente del saludo oficial en la Puerta de los Leones.

El acto del jueves, que empieza a mediodía con la llegada de la Familia Real escoltada por la Guardia Real, incluye un pase de revista al Batallón de Honores formado en la Carrera de San Jerónimo antes de la recepción por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y las instituciones del Estado (JEMAD, Congreso de los Diputados, Senado y poder judicial) y el saludo del rey. Antes del discurso del rey se interpreta el himno nacional y al terminar su intervención, Felipe VI se dirige al salón de Conferencias para la fotografía institucional.

A continuación, en un podio de honor, los reyes se situarán al pie de la escalinata para presenciar el desfile militar. Tampoco hace cinco años hubo recepción a los parlamentarios ni almuerzo con las autoridades.