Nacieron el 25 de septiembre de 2012, reclamando un "proceso constituyente" con un Rodea el Congreso "pacífico" que, sin embargo, acabó con cargas, heridos y detenidos. Desde entonces, se han movilizado también en contra de los presupuestos, los recortes, el "Estado policial" y por dar "jaque al rey".

La Coordinadora 25-S ha convocado ahora, para la segunda votación de la sesión de investidura de Mariano Rajoy, una manifestación contra lo que consideran un "golpe de la mafia". "La investidura es ilegítima, hemos votado dos veces y va a gobernar un partido que no ha conseguido los votos suficientes con el apoyo de otro que prometió no hacerlo posible", explica uno de los organizadores de la manifestación a EL ESPAÑOL. 

Lo que pretenden, apunta, es "denunciar" la situación de "golpe de estado" que está viviendo el país. "El principal problema es que hay una serie de diputados y diputadas que no son del régimen del 78 y la única intención de PP y PSOE es que no puedan siquiera explorar un gobierno alternativo", asegura: "Quieren dar un golpe y perpetuarse en el poder".

Iglesias y Garzón brindan su apoyo

A pesar de que en la asamblea que celebró la Coordinadora 25-S el domingo se presentaron "más de 40 colectivos", también tuvieron su papel "asociaciones políticas y partidos políticos". "Hubo gente de algún círculo de Podemos, además hemos leído apoyos y los acogemos con alegría", indica uno de los organizadores.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado este martes que no estará presente en la manifestación pero que, "en todo caso", saludará a los manifestantes, para dejar el "protagonismo" a la gente. "Es saludable que los ciudadanos ejerzan los derechos civiles. En todo caso saludaré, porque el protagonismo lo tiene la gente y nuestro trabajo está dentro. Pero los diputados tienen derechos civiles", ha defendido el líder del partido morado en una entrevista en Cadena Ser.

Por su parte, la portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha afirmado que su partido respeta las manifestaciones de la sociedad civil porque es "síntoma de que la democracia funciona bien". 

También el líder de IU, Alberto Garzón, ha señalado este lunes después de reunirse con el rey que secundará la protesta: "Yo ya estuve en el primer Rodea el Congreso", ha recordado. Además, Garzón prevé que esta será una legislatura en la que "las movilizaciones sociales irán al alza por las condiciones materiales de las personas". Y ha apuntado: "No estarán dirigidas por nosotros pero en vez de estar entre estas cuatro paredes estaremos apoyando las reivindicaciones".

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha criticado el apoyo que Podemos e IU han ofrecido a esta manifestación. "Los diputados somos asalariados del pueblo, y nos pagan para trabajar en el Congreso, no para bloquearlo o rodearlo. Se llama democracia", ha apuntado en Twitter; una opinión que comparte con el vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, que este martes ha explicado que "un buen político no es el que grita más, ni el que justifica un escrache en la universidad, ni el que promueve rodear el Congreso en la investidura".

En este sentido, Maroto ha asegurado que aquellos diputados que apoyen rodear el Congreso "sólo pueden ser aquellos que no tienen dentro la voz suficiente y quieren camuflar su ausencia de voz por una fotografía en la calle para que parezca que su voz es mayor".

De Neptuno a Sol

La "acción de denuncia" de la Coordinadora consistirá en una manifestación que recorrerá las calles del centro de Madrid, desde Neptuno hasta Sol, el día de la segunda votación, cuando previsiblemente Mariano Rajoy será investido presidente del Gobierno.

"Intentaremos que suceda en el mismo momento en el que se esté votando, aunque depende de los horarios", explican. De hecho, los organizadores tendrán que hacer una "comunicación de urgencia" a la Delegación del Gobierno en Madrid para poder realizar la manifestación cuando se conozcan la fecha y hora exactas.

Con gritos de "Lo llaman democracia y no lo es", "Esta crisis no la pagamos" o "Que se vayan todos", miles de personas (unas 6.000 según la Delegación del Gobierno) protestaron frente al Congreso de los Diputados el 25 de septiembre de 2012. A pesar de que los convocantes insistieron hasta el último momento en el carácter pacífico de la protesta, aquella manifestación terminó con más de 30 detenidos y unos 70 heridos.

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