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Las claves

El terrible suicidio de Sandra Peña, la menor sevillana que se quitó la vida el 14 de octubre tras sufrir acoso escolar, no solo ha provocado movilizaciones de estudiantes en buena parte del país, también ha puesto en alerta a los gobiernos de otras autonomías. Uno de ellos el de Murcia, que ha anunciado que endurecerá el régimen sancionador en colegios e institutos, para prevenir el bullying.

"Va a ser un decreto basado en tres pilares fundamentales: vamos a reforzar la autoridad del docente, vamos a ampliar las normas de convivencia a todos los espacios y actividades del centro, y vamos a actualizar las normas disciplinarias frente al acoso y las acciones que dañen la convivencia escolar”, tal y como ha anunciado el presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras, este viernes, durante su visita al Instituto Sierra Minera de La Unión.

El eslogan del atril de la comparecencia de prensa de López Miras no dejaba lugar a las dudas: 'Contra el acoso escolar, tolerancia cero'. Para ello, el Ejecutivo murciano diseñará un nuevo Decreto de Convivencia Escolar que endurecerá el régimen sancionador ante las faltas graves, las agresiones o los comportamientos contrarios a la convivencia como el bullying.

El anuncio de esta medida choca con algo que debería de corregir la Consejería de Educación porque aún no ha actualizado sus estadísticas de acoso escolar desde hace dos años. Durante el curso 2023-2024, los datos del Observatorio para la Convivencia Escolar de la Región de Murcia reflejan que se abrieron 641 protocolos por posible acoso, de los cuales 55 concluyeron con evidencias de acoso.

Este dato contrasta con la última estadística ofrecida por la Fiscalía que tramitó 138 expedientes en 2024, por casos graves de acoso escolar en la comunidad murciana. Tal disparidad de estadísticas evidencia que hay que seguir implementando medidas a pie de aula, para acabar con la estigmatización de alumnos que muchas veces encuentra como combustible las redes sociales donde se viralizan las humillaciones, las agresiones o los insultos de las víctimas de acoso escolar.

De momento, este nuevo Decreto de Convivencia Escolar que está por diseñar, pretende escenificar -en palabras de López Miras- el "compromiso" del Gobierno murciano, para "proteger a cada alumno, apoyar a cada docente y crear aulas donde reine el respeto y la confianza".

Este decreto incluirá nuevos protocolos de actuación, herramientas de detección temprana y acciones formativas para que ningún caso de acoso quede sin respuesta. “Lo que buscamos es garantizar que el respeto y la buena convivencia sean constantes durante toda la jornada escolar”, según ha remarcado el jefe del Ejecutivo regional.

Durante las próximas semanas, la Consejería de Educación iniciará los trabajos para la elaboración de esta norma que reforzará el régimen disciplinario de los centros educativos; ampliando su ámbito de aplicación al transporte escolar, a los comedores y a todo el horario de permanencia del alumnado en el colegio o en el instituto -más allá de la jornada lectiva-.

Sanciones más duras

Para ello, se endurecerán las sanciones ante las faltas graves, las agresiones, los comportamientos contrarios a la convivencia y cualquier vejación o agresión protagonizada por un acosador. “Vamos a fortalecer el marco de convivencia y de respeto, y eso va a beneficiar a todos los centros educativos”. "Ninguna forma de violencia, de exclusión o de humillación tiene cabida en nuestras aulas”.

El refuerzo de la autoridad del docente en el aula, según López Miras, se implementará con "normas" y "medidas" que serán "más claras" para gestionar comportamientos no apropiados o conductas contrarias a la convivencia. El acoso escolar tendrá "sanciones proporcionales, actualizadas y procedimientos ágiles" a nivel administrativo. 

“El Gobierno de la Región de Murcia mantiene una posición firme y clara: tolerancia cero frente al acoso escolar".