Murcia

Fernando López Miras ha aprovechado una efeméride que está señalada en rojo para el Gobierno de la Región de Murcia, como el 45 aniversario de la entrada en funcionamiento del Trasvase Tajo-Segura, para volver a reivindicar al Ejecutivo central que "no toque" la regulación de esta infraestructura y para que "avancemos juntos hacia un Pacto Nacional del Agua que garantice este recurso a todos los españoles".

Hace solo diez días, el jefe del Ejecutivo murciano y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, firmaron un manifiesto donde ambos territorios gobernados por el PP se comprometían a remar juntos ante la Moncloa, para impulsar un gran acuerdo hídrico de Estado. Este domingo, López Miras ha usado el 'cumpleaños' del trasvase para insistir en esa misma línea, incluyendo a la Junta de Andalucía de Juanma Moreno como parte de una alianza estratégica del Levante, para presionar por establecer una hoja de ruta común con el agua en todos los territorios.

"Nosotros ya hemos empezado a trabajar con Valencia y Andalucía para buscar el consenso que nos permite alcanzar ese gran acuerdo nacional tan urgente como necesario", según ha advertido Fernando López Miras, antes de argumentar al Gobierno que en España "hay agua suficiente para todos", para que se siente con los presidentes de las diecisiete comunidades autónomas para negociar "un Pacto Nacional del Agua que redistribuya y garantice su acceso a todos los españoles".

El jefe del Ejecutivo murciano viene demandando la apertura de un proceso de negociación en el seno de la Conferencia de Presidentes, el máximo órgano de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas, alejando el diálogo de colores políticos y nacionalismos: "Los ríos no pertenecen a los territorios por donde transcurren". A juicio de López Miras, desde la Moncloa se tiene que abandonar la actual estrategia hídrica que está marcada por "enfrentar a los territorios" y que se sitúa "lejos de invertir para dotar a nuestro país de nuevas infraestructuras". 

Las palabras de López Miras se producen después de dos episodios de calado en la crónica hídrica. De un lado, las precipitaciones de esta Semana Santa han mejorado las reservas de los embalses de todo el país, incluidos los de la Cuenca del Segura que alcanzan 1.000 hectómetros cúbicos: Entrepeñas está al 58,3 % de su capacidad y Buendía al 32,5%. Y de otro lado, en el Palacio de San Esteban todavía resuenan las palabras del vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez, advirtiendo de una "batalla importante" con Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía, para cambiar las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura.

López Miras ha lanzado un comunicado con motivo del primer trasvase realizado desde la cuenca del Tajo a la del Segura, un lejano 31 de marzo del año 1979, para pedir públicamente al Ministerio para la Transición Ecológica que no cambie las reglas actuales de explotación del acueducto. "No toque su regulación", según ha exigido a la ministra Teresa Ribera.

Tales palabras del presidente murciano colisionan directamente con los deseos del Gobierno de Castilla-La Mancha que viene reclamando al Ministerio: la "modificación urgente" de las reglas de explotación del trasvase, conforme establece el Plan Hidrológico del Tajo 2023-2027, elevando la lámina mínima en los embalses de cabeceraa partir de la cual no se podría trasvasar.

"No vamos a tolerar ningún recorte del Tajo-Segura", tal y como ha advertido el presidente murciano. Para López Miras, el trasvase supone "cohesión territorial, avance y desarrollo", lo que lo convierte en una infraestructura hídrica "insustituible" para la expansión económica de la Región de Murcia y en particular de su sector agrario. "Lo defenderemos siempre con todos los recursos a nuestro alcance".