Murcia

La gestión de la pandemia de coronavirus por parte del Gobierno central no deja de sumar voces críticas en las comunidades autónomas que piden medidas más contundentes para frenar la tercera ola de contagios. A los presidentes de Castilla-La Mancha (PSOE), Andalucía (PP) o Castilla y León (PP), se ha sumado hoy el jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, que ha enviado una carta al presidente, Pedro Sánchez, donde le solicita una modificación del decreto de estado de alarma para dotar de nuevas herramientas a todas las autonomías para combatir los contagios de Covid.

En la misiva enviada desde el Palacio de San Esteban a La Moncloa, el presidente murciano alerta de que esta tercera fase de la pandemia es “la peor oleada de contagios por Covid de los últimos meses, hasta niveles que nos devuelven a los días del estallido”.

Prueba de ello es que 43 de los 45 municipios que componen la Región Murcia están en riesgo extremo de contagio y en los últimos siete días la media regional de positivos por cada 100.000 habitantes es de 851. Los casos activos suman 16.103 y los hospitales están al límite con 715 pacientes en planta y 105 en las UCI.

“Tampoco es soportable ni admisible el número de fallecimientos diarios a consecuencia de la pandemia, que nos obliga a tomar decisiones aún más drásticas cuando hay tantas vidas en riesgo”, tal y como prosigue el líder del Ejecutivo murciano en su carta en alusión a las últimas once personas que han muerto en la Región por culpa de la Covid: 6 mujeres y 5 hombres, de entre 71 y 95 años.

Por ello, López Miras solicita a Sánchez que modifique el estado de alarma para articular dos nuevas medidas que podrían utilizar todos los Ejecutivos autonómicos sin depender del ‘plácet’ del Ministerio de Sanidad.

Medidas

La primera medida afecta al toque de queda: “Pido formalmente al Gobierno que presides la modificación del actual decreto de estado de alarma, para que se permita a cada comunidad autónoma adelantar los horarios fijados para el toque de queda de acuerdo a sus necesidades en la lucha contra la pandemia”.

Esta petición iría en sintonía con la decisión que han adoptado en Castilla y León de adelantar unilateralmente el toque de queda de las 22 horas a las 20 horas. La segunda petición persigue lograr que el estado de alarma permita a las comunidades tener la potestad de establecer confinamientos domiciliarios obligatorios a la carta. En la práctica, eso supondría confinar una localidad, incluso una barriada, en función de la tasa de positivos y de la evolución de los contagios en una zona concreta del territorio autonómico.

“Una modificación que también debe contemplar la posibilidad de que, en el caso de ser necesario, los gobiernos de las comunidades autónomas podamos implementar confinamientos domiciliarios selectivos en nuestras comarcas, municipios y barrios”, según expone López Miras. Tal petición se debe al panorama que presentan ciudades como Murcia y Cartagena donde ya tienen a un 5% de su población afectada por el coronavirus.

López Miras punta de lanza

Al inicio de la pandemia, el presidente murciano, el popular Fernando López Miras, se erigió en punta de lanza de las reivindicaciones de los barones autonómicos del PP exigiendo actuaciones a La Moncloa como el cese de las actividades no esenciales y con esta carta vuelve a elevar la voz para exigir que el Gobierno español mueva ficha habilitando nuevos armas a todas las autonomías para luchar contra la tercera ola de una pandemia que ya afecta a 2.252.164 españoles.

En el Gobierno murciano son partidarios de adelantar el toque de queda como ya ha ocurrido en Castilla y León. De hecho, este lunes, el consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, ha comparecido tras el Comité de Seguimiento Covid para anunciar un nuevo decreto que en la práctica es una especie de adelanto encubierto del toque de queda fijado por el Gobierno de España.

A partir de este miércoles, a las 20 horas, tendrán que cerrar todas las actividades no esenciales que entrañen una atención de cara al público.

Es decir, deberán adelantar el horario para bajar la persiana: centros comerciales, salones de juego y apuestas, comercios minoristas, gimnasios, salas de cine... De forma que a partir de las ocho de la tarde, tan solo podrán permanecer abiertos los servicios esenciales: supermercados, gasolineras, empresas de reparto de paquetería, comida a domicilio, asesoría legal, profesionales de suministros básicos como la luz y el agua...

El consejero de Salud, médico de profesión, ha cerrado filas con el presidente, Fernando López Miras, y en su comparecencia ha incidido en que él personalmente ya solicitó al Ministerio de Salud que el toque de queda comenzase antes de las 22 horas.

“El presidente de este Gobierno regional, y yo particularmente ya lo pedí así en la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud, ha solicitado por carta al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, la modificación del actual decreto de estado de alarma para que se permita a cada comunidad autónoma adelantar el horario de toque de queda de acuerdo a sus necesidades para la lucha contra la pandemia, así como para el caso que sea necesario se contemple la posibilidad de que los gobiernos de las comunidades autónomas podamos realizar confinamientos selectivos de municipios, barrios y comarcas”, tal y como ha subrayado Villegas.

Presión desde Murcia

Tanto la misiva como la comparecencia pública del consejero de Salud suponen una medida de presión al Ejecutivo central porque Manuel Villegas acto seguido ha anunciado el adelanto del cierre de toda actividad que no sea esencial. “Desde el comienzo de esta crisis sanitaria, la cogobernanza, la transparencia y la confianza mutua han sido factores decisivos a la hora de frenar al coronavirus, y a la espera de contestación oficial (a la carta), el Comité de Seguimiento Covid ha acordado como medida para limitar la interacción social, la suspensión de la prestación presencial de servicios al público en toda la Región de Murcia”, según ha explicado Villegas.

En su comparecencia, el titular autonómico de Salud también se ha mostrado crítico con el Consejo Interterritorial de Salud, como ya lo hizo la semana pasada el presidente murciano, Fernando López Miras. “No queda mucho más margen que hacer por parte de las comunidades autónomas que tenga impacto con la pandemia”, ha reflexionado Manuel Villegas para posteriormente lamentar que “el Ministerio no ha sido capaz de desarrollar un documento técnico único para que las comunidades autónomas con las misma tasa de contagios adopten las mismas medidas”.

En esa misma línea, Villegas ha defendido la implementación de nuevos mecanismos para las autonomías frente al avance del coronavirus: “Lo único que digo es que deberíamos tener los instrumentos legales para que ese confinamiento domiciliario que ahora se pide de forma voluntaria, llegado el momento, pueda ser efectivo a través de las Fuerzas de Seguridad cuando verdaderamente exista una necesidad imperiosa de confinar un municipio porque ahora mismo no tenemos esa capacidad: ahora no podemos confinar a la gente y queremos tener esa capacidad”.

Semanas difíciles

En las últimas semanas el Gobierno regional está incidiendo en dos ideas que repite a la ciudadanía como un mantra. La primera es reducir los contactos sociales. “Es importante asumir que nos debemos quedar en casa: esta es la medida más eficaz si queremos evitar los contagios en estos días tan complicados”. Y la segunda es rebajar a la mínima expresión los desplazamientos: “Es vital reducir la movilidad si queremos evitar poner nuestros centros hospitalarios en una situación no deseable”.

El conejero Villegas no ha exagerado en esa última advertencia puesto que la Región está en Fase 2 por riesgo de colapso del sistema sanitario y la presión en los centros hospitalarios es tal, que incluso la Consejería ha tenido que suspender las vacaciones y permisos de todo el personal porque se prevé un aumento de los ingresos hospitalarios por nuevos pacientes de coronavirus en los próximos catorce días. “Afrontamos semanas muy difíciles”.