Santiago de Compostela

La última prueba de un proceso selectivo para optar a un puesto de trabajador social en el municipio orensano de Verín ha despertado una gran polémica en los últimos días, ya que sólo una de los catorce candidatos que optaban al puesto logró aprobar y, además, con un examen perfecto: la hija del alcalde, el socialista Gerardo Seoane.

El examen constaba de un total de 40 preguntas y, con la excepción de la hija del alcalde, todos suspendieron con una media de 8,6 aciertos. El segundo mejor clasificado se quedó lejos del aprobado, con un total de 15 aciertos.

Mientras tanto, la vencedora del proceso selectivo obtuvo una nota del 95%: dejó sin contestar dos preguntas, pero acertó las 38 en las que sí dio una respuesta.

Tras las quejas del PP local y de la Confederación Intersindical Galega (CIG), el Concello de Verín se ha apresurado en anunciar que abrirá una investigación para aclarar lo sucedido en la prueba.

"Ante el resultado obtenido en el último proceso selectivo para la contratación laboral temporal de un trabajador o trabajadora social para el servicio municipal de Dependencia, la concejala responsable del área de Personal, Rosario Rodríguez, convocará en aras de la transparencia la correspondiente comisión de control de los procesos selectivos, conformada por los sindicatos", ha apuntado el Concello.

Así, esta comisión realizará "una revisión pormenorizada de todo el proceso selectivo y la documentación pertinente" para así "emitir el dictamen correspondiente".

El portavoz municipal del PP, Juan Manuel Jiménez Morán, ha destacado que, además de lo "sospechoso" de los hechos, la secretaria del Concello de Verín apuntó en su acta de valoración que "se observó un resultado anómalo en la prueba", por lo que "sería recomendable repetirla", tras lo que "presentó su renuncia a formar parte del tribunal".

En este mismo sentido se ha manifestado la CIG, que ha tachado de "escándalo" lo sucedido y ha reclamado, como finalmente ha sucedido, que se investigue el proceso selectivo.

El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, llegó al poder en 2015 y en 2019 revalidó su mandato tras obtener ocho concejales y pactar con el BNG -que obtuvo cinco- para alcanzar los nueve que marcan la mayoría absoluta.