Valencia

El PSPV-PSOE reelegirá el próximo mes de noviembre a su secretario general, Ximo Puig. Lo hará, sin embargo, en un congreso muy distinto al de 2017. En esta ocasión ni Pedro Sánchez ni José Luis Ábalos han impulsado un candidato alternativo para competir con el presidente de la Generalitat valenciana. Hace cuatro años el escenario fue muy distinto. Puig tuvo que arremangarse para derrotar al alcalde de Burjassot, Rafa García, que obtuvo el 42% de los apoyos.

De cara al cónclave de noviembre, tanto el secretario general y el ex secretario de organización han enterrado el hacha de guerra y han tendido a Puig esta vez la alfombra roja. El PSPV-PSOE confirmó este miércoles por la noche que la candidatura del líder autonómico será la única.

Muchos son los cambios respecto a 2017 para que Puig disfrute en Benidorm de un congreso plácido. La cita de hace cuatro años llegó después de las primarias del PSOE en las que Pedro Sánchez logró el respaldo de las bases y derrotó al aparato de su partido. Ximo Puig, como tantos otros, quedó en el lado de los perdedores al apoyar a Susana Díaz.

La batalla se trasladó al congreso valenciano, en el que José Luis Ábalos, entonces estrecho colaborador de Pedro Sánchez, movilizó a los suyos con el objetivo de derrocar a todo un presidente autonómico. Pero no ocurrió así. Puig, pese a las circunstancias, logró sumar los apoyos suficientes para mantener el control del partido.

El entorno de Ximo Puig subraya que su relación con Pedro Sánchez ha mejorado muchísimo desde entonces, y que la ausencia de un candidato alternativo en el congreso de noviembre es buena prueba de ello. Este mismo miércoles Puig tenía previsto reunirse en Madrid con Adriana Lastra para negociar con el PSOE a nivel estatal.

Desconcierto interno

Otro factor importante es el desconcierto de la oposición interna a Ximo Puig. Su máximo exponente era José Luis Ábalos, quien fue apartado de forma fulminante por el presidente del Gobierno tanto del partido como del Ejecutivo, donde ostentaba la cartera de Transportes. Sus afines se encuentran todavía descolocados con el liderazgo menguado del exministro.

"Hemos pactado tranquididad, el objetivo común es ganar de nuevo elecciones en dos años", manifestaron este miércoles a EL ESPAÑOL. La contrapartida que esperan a cambio es un justo reparto de cargos, empezando por la lista de delegados para el congreso federal.

La nueva figura al alza al amparo de Pedro Sánchez es la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Pero la exalcaldesa de Gandía carece por el momento de peso orgánico en el PSPV-PSOE. Está por ver si Sánchez le otorga alguna responsabilidad en el 40 Congreso Confederal del PSOE, que tendrá lugar, precisamente, en Valencia el próximo mes de octubre.

La toma del partido por parte de Puig asentará además su liderazgo ante la posibilidad del adelanto electoral por el que apuestan algunos en su formación. La descomposición de Podemos en la Comunidad Valenciana, evidenciada con la dimisión del vicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana, ha dado una nueva razón a Puig para acometer el adelanto.

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