Las claves
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El ya candidato a la Presidencia de la Junta como cabeza de lista de Por Andalucía, Antonio Maíllo, ha tenido este viernes su primer acto, en el que le han arropado todas las formaciones que le han arpado como líder de cara a las elecciones andaluzas de 2026.
Maíllo, al que han presentado el hasta ahora candidato de la coalición, Ernesto Alba y la líder de Sumar en Andalucía, Esperanza Gómez, se ha mostrado favorable a que organizaciones como Podemos se integren en su candidatura.
Sin embargo, la "maquinaria" de Por Andalucía "no se va a parar por nadie", ha advertido Maíllo, advertencia para que Podemos calibre sus fuerzas y capacidad de influir en las decisiones de Por Andalucía.
Según el candidato a la Junta, Por Andalucía está abierta a Podemos y también a independientes. Pero ahora, más que el momento de negociar, es el de elaborar un programa electoral y movilizar a quienes son su base electoral.
Fuentes de la coalición estaban esta mañana exultantes. Saben que la figura de Maíllo concita la aprobación de gran parte de sus votantes y es una oportunidad para mejorar los resultados de 2022.
Podemos
Entonces, cabe recordar, las fuerzas de izquierda pelearon hasta última hora por ir juntas y luego pactaron unas listas que perjudicaron a IU y sus socios frente a Podemos. En el grupo parlamentario hoy solo está Inma Nieto como representante de Izquierda Unida y Esperanza Gómez por Sumar. Los otros tres escaños son de los morados.
No pasará de nuevo eso, han advertido. Con Maíllo como cabeza de cartel, desde la coalición confían en movilizar y convencer. En parar la tendencia hacia la derecha que señalan las encuestas, pero a la que Maíllo resta importancia: "Niego la mayor, Andalucía no es de derechas ni los jóvenes son más de derechas", ha defendido en su comparecencia ante los medios de comunicación.
El proyecto de Maíllo pasa, ha señalado, por presentar una alternativa al Gobierno de Juanma Moreno, al que ha criticado por su política con los servicios públicos.
"Es el Gobierno del desmantelamiento de la sanidad pública, de la educación pública, de la privatización de los servicios"; ha señalado.
La movilización a la que aspiran, ha explicado Maíllo, pasa por salir mucho a la calle. "Cafés, patearse las ciudades, ir de puerta en puerta"; ha defendido el líder de izquierdas.
En esos mensajes y reuniones que van a mantener con la sociedad, sin embargo, "no nos van a ver ni en la toxicidad, ni en el veneno, ni en el odio que tienen que inocular", ha defendido.
"Somos una sociedad muy tolerante y lo más anti andaluz que hay es los intolerantes que practican el odio, la exclusión y la toxicidad y el veneno", ha acusado Maíllo.
El nombramiento de Maíllo como candidato ha puesto de acuerdo a todas las fuerzas de izquierdas. Eso ya es sintomático. Por delante, esas organizaciones tienen el desafío de trasladar ese entusiasmo a sus votantes, que parecen o bien haberse quedado en casa cuando ha habido elecciones o haber virado a la derecha.
"Hasta ahora en el PP temen a Vox, a su derecha; ahora van a mirar también a su izquierda", ha señalado Maíllo.
El candidato, nombrado por decisión de la mesa de partidos, no necesita de primarias ni de refrendos de la militancia, señalan fuentes de la confluencia. "Salvo que algún partido levante la mano y lo pida", matizan.
No parece que vaya a ser el caso. Eso allana el camino de Maíllo para conformar la candidatura que en 2015 no acabó de hacer suya por ceder el primer puesto a Teresa Rodríguez, entonces en Podemos. Entonces peleaba contra Susana Díaz y una mayoría simple; hoy, contra Juanma Moreno y una amplia mayoría absoluta.
Así, Maíllo se ha comprometido a "quedarse institucionalmente en Andalucía" una vez que pasen las elecciones autonómicas y aunque mantenga el cargo de coordinador federal de IU, y ha manifestado que "hay razones más que suficientes para construir la esperanza en que en Andalucía podamos dar la vuelta y le demos un vuelco a una pretensión de elecciones en la que la derecha y la extrema derecha estaban con una seguridad pasmosa de que iban a seguir renovando el Gobierno andaluz".
"Se abre la batalla en Andalucía, y desde luego lo que se decida" en esta comunidad "va a tener repercusiones en el resto del país", según ha augurado Maíllo, quien ha apuntado también a preguntas de los periodistas que ha decidido volver a concurrir a unas elecciones andaluzas después de su renuncia a la dirección autonómica de IU en 2019 porque se encuentra bien de salud.
