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El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (Barcelona, 1970), recibe a EL ESPAÑOL remangado y sin chaqueta en su despacho de San Telmo, tras vivir esta semana una de las crisis más graves desde que llegó a la Presidencia.

El pasado miércoles, a las 20:30 horas, anunció la dimisión de su ya exconsejera de Salud, Rocío Hernández la primera de sus siete años de gobierno por los fallos del sistema de cribado de cáncer de mama, en una España en la que, en términos políticos, no dimite nadie. Además, anuncia que habrá más ceses en la Consejería.

Anunció entonces un plan de choque, en el que invertirá 12 millones de euros para la realización de pruebas garantizadas a todas las mujeres afectadas por retrasos en sus mamografías antes del 30 de noviembre. Mientras, en la calle muchos andaluces comenzaban a manifestarse.

Vídeo | Entrevista con Juanma Moreno: "Ha fallado la comunicación a las mujeres; los cribados funcionan bien y por supuesto habrá ceses"

Juanma Moreno se siente muy dolido, lo dice abiertamente, por "la angustia" que ha podido causar esta situación a las mujeres afectadas, pero también porque la oposición "tergiversa" y, desde el punto de vista político, utiliza el cáncer y el cribado como "arma arrojadiza".

"Que me ataquen a mí y a mi gobierno, pero no al sistema que ha funcionado en la inmensa mayoría de los casos". No obstante, dentro de la tristeza, piensa en positivo porque cree que el cribado va a mejorar mucho más, con el objetivo de que Andalucía sea referente en España.

Moreno anuncia en su entrevista a EL ESPAÑOL que la Junta creará una comisión de seguimiento del funcionamiento de los cribados, dos unidades especiales de cáncer de mama y colon, y aplicará en toda Andalucía la IA para la detección de la enfermedad.

Todo esto, a unos seis meses de las elecciones: "En primavera", insiste. Una cita con las urnas ante la que quiere rematar proyectos como los nuevos hospitales de Málaga, Huelva o Cádiz, para demostrar que su gestión funciona.

Justo frente a su escritorio, sobre un mueble, Juanma Moreno tiene una biznaga y dos relojes de arena. Málaga y el paso del tiempo. ¿El tercero será su último mandato? Confiesa que si lo gobierna al completo, le gustaría finalizar.

En medio de su frenética agenda, modificada y volcada en el asunto sanitario, atiende a EL ESPAÑOL en su despacho de San Telmo entre periódicos y muchos documentos. En estos días no ha sido un escritorio de adorno. Asegura que ha estado trabajando de 14 a 16 horas diarias para que estos retrasos en pruebas vitales no se vuelvan a producir.

Presidente ¿cómo está después de una semana sumamente complicada?

Cansado en el sentido físico y mental. Ha sido una semana muy intensa, de muchas horas de trabajo, de media 14 y 15 horas incluido el fin de semana porque ha habido, en tan solo siete días, que diagnosticar el problema, perimetrarlo, buscarle una solución y tomar una decisión en términos políticos.

Para que le quede claro a los andaluces en medio de tanto ruido, ¿qué ha fallado en el cribado del cáncer y qué medidas se han tomado para solucionar el problema?

El fallo ha sido una comunicación dentro del cribado. El cribado funciona, es lo primero que quiero dejar claro. Funciona bien con absoluta normalidad y no quiero que se desprestigie uno de los instrumentos más poderosos que tenemos para prevenir el cáncer. No podemos tirar por tierra el trabajo que se lleva haciendo durante muchos años.

Puntualmente ha fallado la información a las usuarias, hacia las mujeres que se habían hecho la prueba diagnóstica y no era concluyente. Tendrían que haber sido informadas de esto y haberle dado una cita para la segunda mamografía o prueba.

La información ha fallado también para la dirección y para mí. Yo no tuve información hasta el miércoles por la mañana. Me preocupa la falta de comunicación hacia las mujeres y hacia mí, y este ha sido el fallo que más me la molestado y no volverá a ocurrir.

¿Y las medidas?

Hemos hecho lo que tiene que hacer un gobierno razonable. Primero, tomar unos días para diagnosticar y perimetrar el problema. Ya sabemos que el foco está especialmente en la provincia de Sevilla, en el Hospital Virgen del Rocío y en un servicio determinado.

A partir de ahí, hemos tenido algunos casos, pero ya no con tanta intensidad, en otras zonas de Andalucía. Una vez que sabemos que tenemos perimetrado el problema, hemos puesto en marcha un plan de choque y ya se ha llamado a todas esas mujeres una por una.

Y hay un cambio de protocolo en la información, ¿no?

Sí, ahora a esas mujeres no solamente se les informa de su situación, sino también se les da una cita para una segunda prueba. Se la vamos a dar a todas antes del 30 de noviembre. Así, en escasamente mes y medio, habremos resuelto el problema, la ansiedad de todas esas mujeres que lógicamente no tenían información, y además resolvemos posibles lesiones que puedan tener.

Nos dice la estadística que en torno al 99% de esas mujeres no tendrán una lesión cancerígena, pero da igual que sea sólo una, hay que darse prisa porque el tiempo en materia de cáncer es muy importante.

La izquierda ha criticado el ya famoso protocolo del cribado, que ustedes heredaron de la etapa socialista. Pero, ¿en algunos centros ha funcionado y en otros no?

Hemos cambiado el protocolo y ahora la persona que tenga una mamografía va a ser informada, tenga el resultado que tenga. Hasta ahora el test no concluyente quedaba en un limbo, por así decirlo. El que salía positivo y tenía una lesión, lógicamente pasaba ya a tratamiento oncológico y el que no tenía nada, pues nada.

Pero cuando el radiólogo observa que no está del todo claro el diagnóstico, o el diagnóstico puede tener un desarrollo o una evolución negativa a lo largo de los siguientes meses o años, hay que hacer una segunda prueba. No de manera periódica, porque tú no puedes estar radiándote continuamente.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la entrevista. Salvador López Medina

Este protocolo ha funcionado en la mayoría porque está ordenado y prácticamente todos los profesionales saben que tienen que informar y lo hacen. Ha fallado de manera puntual y habrá más ceses.

Además, se están llamando a muchas más mujeres para confirmar que su prueba está hecha. En definitiva, estamos haciendo una especie de plan de garantía de seguimiento.

También vamos a crear una comisión de seguimiento en la que estarán radiólogos, oncólogos, profesionales sanitarios, la asociación de entidades de lucha contra el cáncer y la Administración.

Así vamos a hacer un seguimiento de cómo está evolucionando y qué mejoras podemos hacerle al cribado. Y en tercer lugar, vamos a cambiar el funcionamiento con la incorporación de ese nuevo protocolo.

¿La clave estuvo en la falta de personal sanitario, en este caso de radiólogos, al aumentar el cribado en la franja de entre 48 y 71 años? ¿El fallo es extensible a pacientes con otros tipos de cáncer?

Ahí hemos sido muy ambiciosos. El diagnóstico precoz para nosotros es muy importante, y para mí mucho más porque mi padre murió de un cáncer de colon y no existía cribado. Esa ambición nos ha llevado a que en el año 2019 se hacía a unas 250.000 personas y ahora hacemos casi prácticamente el doble.

Al incorporar además nuevos cribados como el de colon y el de cuello de útero, la intensidad en el sistema ha sido alta. En el momento en el que nos han faltado algunos profesionales, esto ha repercutido también en el propio sistema.

"Ya se ha llamado a todas esas mujeres una por una y a partir de ahora no solamente se va a informar de su situación, sino también se les da una cita para una segunda prueba"

Por eso le trasladaré al futuro consejero o consejera y gerente del SAS que vamos a ir creciendo, pero en función del personal y los medios. Nosotros pensábamos que con los medios era suficiente porque hemos comprado más mamógrafos, hemos introducido inteligencia artificial. Pero el ser humano sigue siendo absolutamente indispensable y en ciertas especialidades, como la radiología, no abunda, igual que también en los estomatólogos, que son los que hacen el cribado de cáncer de colon.

Hemos tenido mucha ambición, hemos metido mucha inversión económica, hemos doblado y hemos introducido nuevos cribados, pero no ha ido al ritmo de las capacidades de admisión y de contratación de profesionales, en otros casos, no por falta de dinero, sino por falta de personal.

¿Quién será al próximo o próxima consejera de Salud? ¿Tiene en mente, al menos, el perfil?

Estoy dándole muchas vueltas, porque intenta uno siempre acertar y nunca es fácil. Estamos hablando de una empresa que es la mayor empresa pública de Europa, tiene un presupuesto de 16.000 millones de euros y 130.000 trabajadores.

Tengo que buscar una fórmula que nos permita contar con una persona que haga un buen equipo con el viceconsejero, y que tenga vis política porque, al final, desgraciadamente, todo se ha politizado, especialmente desde que gobierna Sánchez. Y además hay que añadirle el ingrediente todavía más difícil, que es que a la legislatura le quedan entre ocho y nueve meses.

A Susana Díaz las mareas blancas le costaron en gran parte el Gobierno en 2018. Hasta el momento todas las encuestas mantienen su mayoría absoluta sin apenas desgaste. Siempre han hablado de que muchos de sus votos son prestados. ¿Cree que su reacción pidiendo perdón, la dimisión de la consejera y el plan de choque permitirá retener esos votos?

Lo digo con absoluta sinceridad, en esta semana no he pensado en los votos. He pensado, lo digo como lo siento, en la angustia de aquellas mujeres que no saben sus resultados.

Eso es lo que realmente a mí me ha preocupado y me ha generado más ansiedad, más dolor. Pero es verdad que todo este tipo de cosas no favorecen ni a la reputación de Andalucía, ni a la reputación, que eso me duele mucho, de nuestro sistema público de salud, que es un muy buen sistema y sobre todo en los cribados.

Hay dos cosas que me han enfadado y me han entristecido. Una, el hecho de que esa información de los retrasos me haya llegado tan tarde. Y dos, que desde el punto de vista político se utilice el cáncer y el cribado como arma arrojadiza.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la entrevista a EL ESPAÑOL. Salvador López Medina

Porque las mujeres no pueden perder la confianza en el cribado. Ha habido mucha confusión informativa, ha habido muchos intentos de manipulación, lo tengo que decir, por parte de los partidos políticos, de la oposición. Pero no ha habido serenidad ni sensatez ni honestidad por parte de ellos.

A partir de aquí, yo actúo como creo que debo actuar, dando la cara, yendo de frente. Al final, es verdad que en España últimamente no estamos viendo ese ejemplo, pero considero, y además es mi manera de trabajar en política, que cuando hay un problema tú eres el presidente y eres el responsable.

El presidente del Consejo Andaluz de Médicos ha dicho que esto marca un punto de inflexión respecto a la funcionalidad del sistema...

Dentro de la tristeza y de la dificultad y del problema que ha sido esto, quiero pensar en positivo en el sentido de que esto nos va a servir para mejorar mucho más las políticas de cribado que se hacen en Andalucía.

Ahora mi objetivo es que Andalucía sea referente en España en esta materia y, por tanto, lo que vamos a hacer es cambiar las formas de trabajar. Seguir avanzando sobre los aciertos que tenemos dentro del cribado, que son muchos; detectar los errores para desecharlos y corregirlos y después potenciarlo con más personal, con más medios técnicos y humanos.

Las elecciones andaluzas están a la vuelta de la esquina. A nueve meses si agota el mandato. ¿Sigue con el mismo pensamiento de no adelantar las elecciones, por ejemplo a marzo en lo que podría ser un ‘superdomingo’ electoral?

Considero que la legislatura está finalizada cuando hay una serie de hitos, como aprobar los presupuestos del año 2026, porque nos da credibilidad y además va a potenciar los cambios que vamos a hacer en Sanidad. Y después tenemos proyectos de leyes que tienen que culminar.

En ese momento, durante la primavera, nosotros queremos ir a elecciones porque ya la legislatura está finalizada.

Evidentemente, lo que no queremos hacer es convocar a los andaluces dos veces. Si hubiera unas elecciones generales, sí que podríamos modificar nuestro calendario y hacerlas conjuntas con el Gobierno central.

Pasando al plano nacional, ¿cree que el presidente Pedro Sánchez acabará la legislatura? Tiene a su mujer, hermano y fiscal general imputados y escándalos como el de las "chistorras" de Koldo. ¿Cree que los ciudadanos son más benévolos con los partidos de izquierdas?



Es evidente que Sánchez tiene cientos de razones de peso para haberse ido hace ya meses. Yo diría incluso años. Debería haber presentado su dimisión y convocado elecciones, sin siquiera volver a presentarse. Eso es lo que hubiera sucedido en cualquier país de nuestro entorno europeo.

Aquí nuestro vecino, Portugal, no sacó los presupuestos adelante y el presidente disolvió el Parlamento y convocó elecciones. Es absolutamente anormal un presidente de Gobierno como Sánchez que no tiene una mayoría parlamentaria, que no tiene una mayoría social que la ampare y le respalde, y que no ha sido capaz de aprobar dos presupuestos —va camino del tercero— y que tiene un entorno judicial que le acorrala y que nos abochorna a todos.

"No podemos caminar hacia una radicalidad de una España dividida. A mí no me gustaría ver que vecinos no se hablan con otros vecinos o que adolescentes se peguen por cuestiones ideológicas y eso puede pasar"

Esta misma semana hemos tenido información sobre las conversaciones sobre mujeres que tenían en su entorno como si fueran mercancías. Conversaciones entre secretarios de Organización del Partido Socialista. Personas muy importantes y muy cercanas a él. Lo normal sería que se hubiera marchado hace ya mucho tiempo.



¿Y qué puede pasar?



Soy de los que creen que él va a aguantar todo lo que pueda. Ahora, si él conoce que a lo mejor tiene una información privilegiada, el calendario judicial y sabe cosas que le puedan venir en el futuro que sean muy negativas para él, estoy convencido de que adelantará las elecciones.



A su juicio, ¿los ciudadanos son más benevolentes con los partidos de izquierdas cuando se habla de corrupción? ¿Qué le parece lo de las "chistorras" de las que hablaba Koldo en referencia a dinero?



A mí me sorprende, lo digo sinceramente. Noto que hay dos varas de medir para todo. Y es verdad que del votante clásico del Partido Socialista, muchos ha abandonado al Sanchismo.

Pero hay otro votante al que me cuesta trabajo entender que mantenga el apoyo electoral a un presidente que ha faltado la verdad, de manera reiterada, constante, que está acorralado por la corrupción como nunca habíamos visto en España, que además ha roto y ha pulverizado líneas ideológicas del Partido Socialista tan importantes como la solidaridad y la igualdad entre españoles.



¿En qué sentido?



Sánchez ha sido capaz de pactar con partidos muy a la derecha, como es el PNV, que es un partido de derecha de toda la vida. O pactar con Junts, que además tiene un tinte bastante supremacista en algunas cosas, como por ejemplo cuando hablan de los andaluces con displicencia o cuando hablan de los migrantes.

La estrategia de polarización de Sánchez es parte de eso, de decir que aquí sólo hay blanco o negro. Ante eso puedes hacer dos cosas: vótame a mí, por Sánchez, que soy el progresista, el bueno; o si no, al otro lado está la ruina, la derecha. Y esa polarización es la que mantiene ese electorado, porque no es normal.



Le pregunto ahora por quién será su adversaria en las elecciones andaluzas, María Jesús Montero. No sé si vio el otro día que en la sesión de control del Congreso, ella se reía mientras Feijóo le decía a Pedro Sánchez que iba a tener que comparecer en la comisión de investigación del Senado. ¿Qué le parece?



Me parece, sinceramente, estridente. Fuera de lugar completamente de una vicepresidenta. No puede comportarse como la presidenta del club de fans de Sánchez. Es la vicepresidenta del Gobierno, no puede estar ahí rompiéndose las manos en aplausos y riéndole los chistes malos a Sánchez. Hay que tener un poquito más de altura y no debería reírse porque el señor Sánchez va a una comisión de investigación en el Senado donde tiene la obligación de decir la verdad.



¿Cree que la dirá?



Sabemos que va a faltar a la verdad, seguro. Pero también es cierto que lo que allí quede, gracias a algunas de las preguntas difíciles que probablemente va a tener que afrontar, le va a perseguir a lo largo de los próximos meses. Tendrá que medir muy bien qué dice.



Abordemos otro nombre propio, Santiago Abascal. Nadie parece dar con la tecla para frenar a Vox, que sube en las encuestas. ¿Es Vox como Podemos, un partido subido en una ola que bajará? ¿Cómo se les frena?



Lo que nos dice la historia es que normalmente Vox se comporta mejor en las encuestas que en las elecciones. Tradicionalmente las encuestas le dan una intención de voto mucho más alta que la que realmente después saca en las elecciones.

Y eso es consecuencia de que hay una parte del electorado que en los sondeos dice que tiene la intención de votarlo, como una reacción al sanchismo, pero a la hora de la verdad el voto útil, el voto sereno, el voto real, el que puede gobernar de verdad es al Partido Popular.

"Si tengo un tercer mandato completo, para completar el tercer hospital de Málaga, el materno de Huelva, el nuevo hospital de Cádiz y otras infraestructuras, me gustaría finalizar"



Es verdad que Vox es un partido político muy curioso porque prácticamente no hace actos, no concede entrevistas, no tienen actividad y, sin embargo, con frases simples intenta resolver problemas que son muy complejos. Y les funciona. Reflejan una ola que hay de malestar y de antipolítica. Es lo que alimenta a Vox.



¿Y quién está detrás de toda esa antipolítica?



Sánchez, él es el que engorda a Vox y Vox engorda también a Sánchez. Hay una retroalimentación. Cuando Sánchez está un poquito en apuros, Vox sube el tono y eso a Sánchez le viene bien. Cuando Vox está un poquito más flojo, Sánchez sube el tono y eso le viene bien también a Vox.

Estamos ante dos radicales, al final son dos partidos radicales. Sánchez es un radical y PSOE y Vox funcionan de la misma manera, retroalimentándose para polarizar y para hacer que al final los ciudadanos solamente tengan dos opciones: o Sánchez o Vox.



¿Tiene eso futuro?



Yo creo que esto, al final, se pinchará. En España hay muchos españoles que son serenos, muchos más de los que chillan. Ahora vemos a los que chillan y se manifiestan, pero hay muchos más españoles que son serenos, sensatos, que quieren gobiernos tranquilos, probados, previsibles. Y eso hoy y por hoy es la única alternativa posible del Partido Popular.

Su libro, 'Manual de convivencia', que presenta en breve y que es casi una antítesis del 'Manual de resistencia' de Pedro Sánchez. Aboga usted en él por lo que llama la 'vía andaluza', que es diálogo y moderación. Con Vox subiendo en las encuestas y Sánchez polarizando, ¿no le tienta elevar el tono?



Yo vengo de donde vengo. Creo que los espacios centrales, de encuentro, son fundamentales en la vida social y en la vida pública.

No podemos caminar hacia una radicalidad de una España dividida. A mí no me gustaría ver que vecinos no se hablan con otros vecinos, o niños no invitan al cumpleaños a otros niños que están en su misma clase, simplemente porque piensan de manera distinta. O que adolescentes se peguen por cuestiones ideológicas, y eso puede pasar en España si seguimos en esta tendencia. Creo que las sociedades avanzan más cuando están unidas y, para estar unidas, tienes que buscar puntos de encuentro.



¿Qué significa eso?



Que hay matices en la vida, que ni blanco ni negro. Yo soy liberal, en lo económico y en lo social. Tengo un compromiso social y creo en una economía de mercado, pero con una economía de mercado que no deja nadie tirado, con un compromiso social y en un país donde podemos conversar.

En Andalucía, ese modelo ha funcionado con acuerdos con los sindicatos, gobernando para todos, incluidos para los que me chillan, incluidos para los que me critican. Por ejemplo, yo a la asociación de Amama le ofrecí reunirme la semana pasada con ellas y me encantaría reunirme con ellas, por poner un ejemplo.

¿Pero por qué? ¿Van a venir y me van a criticar? Probablemente, claro, está en su derecho, pero quiero escucharlas, quiero conocer su ángulo de visión, quiero compartir con ellas qué ha fallado.

No nos hemos reunido aún, pedí la semana pasada reunirnos para conocer de primera mano sus reivindicaciones, pero no ha sido posible y me gustaría porque sería positivo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la entrevista a EL ESPAÑOL. Salvador López Medina

Creo que eso forma parte del juego, de la cortesía, de la educación. Y creo además que España necesita ahora más que nunca para poder funcionar partidos políticos templados, donde pueda reunir y convocar a gente de centro izquierda y a gente de centro derecha. Eso es lo que yo llamo "la vía andaluza" y en parte lo que refleja el libro que vamos a presentar.



Pedro J. Ramírez ha acuñado la frase "Prohibido perpetuarse en el poder". Si gana las elecciones del próximo año será su tercer mandato. ¿Habrá un cuarto?



Es complicado. Es verdad que uno no debe adelantar acontecimientos porque puede introducir a tu partido en una crisis. En los partidos políticos, las sucesiones son difíciles siempre.

En esto hay que ser prudente. Pero es verdad que todo tiene un límite y cada uno viene a servir y puede servir un tiempo. Después, ya no puede seguir sirviendo en ese mismo espacio. Pero puede hacer otras cosas. Yo ahora mismo tengo la ilusión, tengo las fuerzas y las ganas, pero tampoco me puedo exceder más.

Si tengo un tercer mandato completo, que es lo que a mí me gustaría, para completar el tercer hospital de Málaga, el materno de Huelva, el nuevo hospital de Cádiz y otras infraestructuras, me gustaría finalizar.

Pero claro, a lo peor resulta que no tengo mayoría y al final tengo que repetir elecciones o quizás tenga un mandato corto. Ahí ya depende de las circunstancias.



¿Entonces?



Lo que no quiero dejar nunca y lo que más me dolería es que después de tanto esfuerzo, de tanto cariño que he puesto en tantos proyectos, de tantos sacrificios, horas y dedicación, después de mí volviéramos al pasado, que volviéramos a lo que representa María Jesús Montero, a la que el otro día vi con José Luis Rodríguez Zapatero.

Que volviésemos a eso antiguo, rancio, que ya no puede aportar nada al futuro de Andalucía. Esa sería probablemente mi mayor frustración. Yo quiero irme con la garantía de que este proyecto tiene viabilidad de futuro y continuidad.