La Consejería de Salud y Consumo ha tomado nota del problema en el retraso de la notificación de los cribados de cáncer de mama. Y, por eso, anunció este jueves que ya ha cambiado el protocolo para comunicarse con las mujeres que se someten a estas pruebas de detección.
Hasta ahora, señalan fuentes del Gobierno andaluz, las mujeres que se realizaban un cribado de cáncer de pecho tenían tres opciones: si era positivo, se les avisaba para iniciar tratamiento; si era negativo, se les hacía saber; pero si no era concluyente o había dudas, no había reglamentada una comunicación.
Eso ya ha cambiado. Según confirmó la consejera de Salud este jueves tras reunirse con la asociación que está canalizando las protestas de las mujeres que han recibido diagnósticos tardíos, los centros sanitarios ya saben que deben informar también cuando el diagnóstico no es claro.
En esos casos las pacientes se citan a los tres, seis, ocho o 12 meses para hacer una nueva prueba. Depende del juicio de hasta tres especialistas, señalan en la Consejería de Salud. Hasta ahora esto no se comunicaba de forma automática. Desde ya, sí.
Además, el departamento que dirige Rocío Hernández ha detectado los puntos "críticos" donde se han podido producir casos de informes tardíos de positivos por cáncer de pecho.
Hospitales
Así, se trata del Hospital Virgen del Rocío o de Sevilla, así como "varios centros de salud" que no han trascendido por ahora.
Además del cambio de protocolo para dotar de mayor transparencia e información al sistema de cribado de cáncer de mama, la Junta ha empezado a llamar a 2.000 mujeres que se sometieron a las pruebas.
El objetivo de estos contactos es tranquilizar. Explicarles cuál es su situación, que en el 98 por ciento de los casos, calculan en Salud, es benigna, sin cáncer. Pero los responsables de la Junta prefieren llamar una a una antes de que sientan incertidumbre por su estado en una cuestión, reconocen, tan delicada.
A esas medidas se suma el canal de atención rápido que ofreció la Junta de Andalucía a las mujeres que han visto cómo se les diagnosticaba de forma tardía. La medida, que se puso en marcha en cuanto se conoció el caso, se acompañó de las disculpas del presidente de la Junta, Juanma Moreno y de la consejera de Salud.
Sobre esta cuestión habló este jueves la asociación Amama, que centraliza las protestas por estos casos. Señalan que "tendría que estar ya operativo". "Nos hemos sentido ninguneadas. No venimos a hacer política sino a que se arregle"añaden.
El PSOE cargó este jueves con dureza contra el Gobierno andaluz por estos casos, que se reducen, coinciden por ahora Junta y asociaciones, a unos 50. Así, el socialista Mario Jiménez aseguró que este caso es "el mayor caso de falta de transparencia y negligencia sanitaria de la historia de Andalucía".
Para el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, esta actitud del PSOE es una forma de "meter miedo" porque no es que haya "2.000 mujeres afectadas", sino que se trata de garantizar "que no se queda nadie fuera" y "ya veremos cuántas son".
"Por eso son 2.000 llamadas, no quiere decir que sean 2.000 las afectadas, pero el PSOE prefiere el fango y dañar la imagen del Gobierno aunque sea mintiendo y metiendo el miedo a la ciudadanía", según explicó Sanz.
También se conocen estos días testimonios de mujeres que han sufrido casos de diagnóstico tardío. Es el caso de Amparo Pérez, quien se ha sometido a una mastectomía doble -extirpación de los dos pechos- y ahora está "muy feliz de estar viva".
Pero no olvida cuando le dijeron que tenía un cáncer seis meses después de hacerse una mamografía dentro del programa de detección precoz del cáncer de mama.
"Si no se hubiera retrasado, a lo mejor no me habría hecho la mastectomía doble. No lo sé, pero de lo que se trata ahora es de solucionar el error y que no les pase a las que vienen detrás", señala.
Éste ha sido su testimonio ante los medios de comunicación después de participar en la reunión que ha mantenido la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, con la asociación Amama, que es la que ha desvelado los casos de retrasos en las pruebas diagnósticas complementarias a mujeres del cribado de cáncer de mama con mamografías dudosas con posibles tumores.
"El día 10 pierdo el pecho", desvela Anabel Cano, a la que llamaron un año después de hacerse una mamografía en el cribado para someterse a otra prueba y en esa segunda prueba le confirmaron que tenía un cáncer.
"Estoy contenta con la reunión porque van a llamar a las mujeres y nos van a dar la información. Que no le pase a ninguna mujer más", confía Anabel. "Queríamos que nos escucharan, estábamos pidiendo algo normal", reconoce. "Que no muera una mujer porque no la hayan llamado por teléfono para darle un resultado", confía.
Charo Castro relata que en septiembre de 2024 le hicieron una mamografía porque "me noté un bulto". Al mes reclamó el resultado y su médico de cabecera le confirmó que tenía que hacerse una prueba complementaria. En el hospital le confirmaron que no sería antes de seis meses "y me fui a la privada". Allí le hicieron una biopsia tras someterse a una ecografía y en la pública recibió todo el tratamiento.
