Esta pasada medianoche el servicio de emergencias 112 en Almería recibía la llamada de unos padres tremendamente preocupados. Su hijo estaba muy alterado y violento en su domicilio en Garrucha.
Hacia el lugar se desplazaron personal sanitario y agentes de la Guardia Civil. Cuando llegaron, atendieron al varón en una habitación mientras los padres esperaban en la planta baja.
Este hombre había salido hacía apenas unos días de un centro de desintoxicación y, según indican desde la Guardia Civil, había seguido consumiendo drogas.
Durante una hora intentaron calmarle porque estaba muy agresivo y querían convencerle para inyectarle un calmante.
Sin embargo, la respuesta del presunto agresor fue toda la contraria. Se lanzó contra los agentes y le dio un bocado a uno de ellos en el dedo índice izquierdo hasta el punto de arrancárselo.
Ese guardia civil también sufrió mordeduras en el brazo y otro un golpe en la cabeza durante el forcejeo. Una sanitaria también se llevó un golpe en la pierna.
Además de los golpes, el varón les lanzó todo tipo de gritos y amenazas. Finalmente consiguieron inmovilizarlo y pudo ser sedado, requiriendo el apoyo de más agentes. Fue trasladado inconsciente al Hospital de La Inmaculada de Huércal-Overa.
El guardia civil que ha perdido parte del dedo fue llevado al mismo hospital con pronóstico grave. El otro agente y la sanitaria también fueron atendidos, aunque sus heridas eran leves.
