Las elecciones a la presidencia de la Junta de Andalucía se celebrarán en junio de 2026. "Serán cuando tocan", aseguró esta misma semana el presidente, Juanma Moreno. Con la mayoría de los candidatos designados, el modo campaña -o más bien precampaña- ya está activado y ya pueden visualizarse las distintas claves que irán marcando la balanza.
Desde el PP andaluz están dispuestos a agotar el mandato hasta el último momento, no sólo porque quieren cumplir su palabra y con una mayoría absoluta es difícil encontrar una justificación para ello. También porque creen que el PSOE andaluz, con la vicepresidenta María Jesús Montero como candidata, sólo puede ir a peor.
Un primer aviso ha sido la publicación del primer sondeo elaborado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Junta, con Montero como candidata. Le otorga entre 25 y 28 escaños, menos que los 30 conseguidos por el anterior candidato, Juan Espadas, que ya de por sí fueron los peores resultados cosechados en la historia del PSOE.
Aunque mejora la intención directa de voto, no parece que haya conseguido en estos meses reactivarlo. Ni en sus votantes ni en los que les robó Juanma Moreno en las pasadas elecciones para conseguir su mayoría absoluta, una mayoría que sigue intacta, según este mismo sondeo.
A la legislatura andaluza, por tanto, le queda poco más de un año y ya se va notando la tensión en la calle y en las sesiones de control al presidente andaluz con María Jesús Montero como diana. Desde el PP saben que no pueden confiarse y ya Juanma Moreno está trabajando para tener las filas prietas en su partido.
No obstante, consideran que es muy difícil que la vicepresidenta del Gobierno propicie un vuelco electoral en Andalucía, más siendo ministra de Hacienda y con el bagaje que cuenta al haber sido consejera de Sanidad con el expresidente José Antonio Griñán y de Hacienda con Susana Díaz.
Los populares creen que para surtir algún efecto tendría que dimitir como ministra. Desde el PSOE andaluz, ni desde Ferraz, contemplan esa posibilidad. Consideran que es la única manera de alcanzar un mayor foco y colgarse la medalla de las inversiones del Gobierno en Andalucía y estar presente en numerosos actos, aunque tanta exposición le ha jugado malas pasadas.
Por el momento, en el seno del partido no se escuchan críticas que cuestionen el liderazgo de Montero, aunque en privado empieza a atisbarse cierta inquietud. Insisten desde la propia formación en que debe proponer más y no tanto criticar la labor de Moreno.
También sobrevuela la sospecha de que Pedro Sánchez baraje un adelanto electoral para hacerlo coincidir con los comicios autonómicos en Andalucía. Los populares creen que les beneficiaría porque muchos andaluces que han votado al PSOE en las elecciones anteriores ven en el perfil de Juanma Moreno el voto seguro.
La subida de Vox
Otra clave a tener en cuenta es la subida de Vox, según ese mismo sondeo. En el PP ha sorprendido, e incluso preocupado, esta circunstancia sobre todo tras la campaña de aranceles de Donald Trump. Saben que tienen que guardar el equilibrio porque cuando se deslizan hacia el centro izquierda para competir con el PSOE, Vox les roba votos a su derecha.
En Vox Andalucía reconocen en privado que la elección de Macarena Olona como anterior candidata y los volantazos que dio durante su campaña no les permitió ser imprescindible para que el PP gobernara.
Aunque no es oficial, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha decidido apostar esta vez sobre seguro y elegir al actual portavoz de su partido en el Parlamento, Manuel Gavira. Será oficial una vez se convoquen las elecciones, pero en redes sociales ya ha dejado clara su apuesta por el líder gaditano.