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El PSOE andaluz se muestra escéptico cada vez que la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Junta, publica su encuesta electoral. El de este mes de abril es el primer barómetro realizado con María Jesús Montero como candidata socialista a las próximas elecciones autonómicas tras apartarse Juan Espadas.

Aunque aún es pronto, según este sondeo realizado entre los pasados días 17 de marzo y 3 de abril a una muestra de 3.600 personas residentes en Andalucía, no parece que Montero haya conseguido en estos meses reactivar el voto.

"Al menos ha conseguido más unión interna y contar con gente que Juan Espadas había orillado", asegura a este periódico un exdirigente del PSOE andaluz.

No obstante, por su experiencia, sí cree que con su mochila política como consejera andaluza de Sanidad y Hacienda "debe proponer, acompañando sus propuestas de cifras reales, más que criticar continuamente la labor de Juanma Moreno".

Insiste en que, de momento, la situación de la sanidad no le afecta a su liderazgo, pero puede convertirse en su talón de Aquiles a medida que se vayan acercando los comicios. Al menos, esa es la esperanza del PSOE.

Mientras tanto, el sondeo le augura peores resultados que los 30 escaños obtenidos por Juan Espadas, que ya de por sí fueron los más bajos de la historia del PSOE. En concreto, le vaticina una horquilla entre 25 y 28, insuficientes para arrebatarle la mayoría absoluta a Juanma Moreno y forzarle a echarse a los brazos de Vox.

Este es realmente el objetivo a corto plazo de los socialistas de cara a los próximos comicios autonómicos. Sin embargo, el mal resultado que obtendrían mantiene casi intocable esa mayoría de Moreno, que se quedaría con entre 57 y 59 diputados. Actualmente tiene 58.

Las comparaciones con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el organismo autónomo que dirige José Félix Tezanos, adscrito al Ministerio de la Presidencia, son inevitables.

Sin embargo, ni al PP ni al PSOE le gustan esas comparaciones. A los populares, porque les resta credibilidad; a los socialistas porque defienden los datos que arroja el CIS a nivel nacional, al menos de cara a la galería, y denostan al andaluz.

Este mismo miércoles la portavoz del grupo socialista en el Parlamento y vicesecretaria general del PSOE-A, María Márquez, comparó la encuesta con "una novela de ciencia ficción", y afeó al PP su "uso partidista".

Aguas más calmadas

Tras su nombramiento como candidata, las aguas están más calmadas en el PSOE andaluz. Una vez celebrado todos los congresos provinciales y a poco más de un año de las elecciones, la maquinaria del partido se está reactivando y está más unido.

No obstante, insisten desde el propio partido que debe proponer más y no tanto criticar la labor de Moreno. A su vez, a muchos socialistas andaluces les preocupa que su hiperactividad pueda restarle su papel como ministra de Hacienda y vicepresidenta del Gobierno a la hora de conformar su campaña electoral.

No obstante, entienden también que es la manera de alcanzar un mayor foco. Aunque tanta exposición le juegue malas pasadas como la polémica surgida sobre el caso Dani Alves y sus declaraciones sobre el papel de los jueces en España respecto a la presunción de inocencia, sí le permite colgarse la medalla de las inversiones del Gobierno en Andalucía y estar presente como ministra en numerosos actos. "Es la pescadilla que se muerde la cola", señalan desde el propio PSOE andaluz.

Sin embargo, según el barómetro andaluz, la ministra andaluza sólo mejora en 1,9 puntos el nivel de conocimiento que tenía Juan Espadas antes de dejar su cargo y recibe una peor valoración.

A su vez el sondeo incluye una serie de preguntas relacionadas con la financiación autonómica, uno de los principales frentes abiertos entre el Gobierno andaluz y el Ministerio que dirige María Jesús Montero y el flanco por el que más le ataca el PP.

La encuesta desvela que el 56,2% de los andaluces considera más urgente reformar el vigente sistema de financiación autonómica para garantizar una asignación justa para las comunidades que la condonación de deuda propuesta por ese mismo ministerio.

Los socialistas son conscientes de la dificultad para vender en Andalucía el cupo catalán por mucho que lo consideren "un estímulo" para alcanzar un acuerdo sobre financiación autonómica y evitar así la confrontación entre territorios.