La oposición esperaba al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con la escopeta cargada tras un mes sin comparecer por la Semana Santa y su visita previa al papa Francisco en Roma.

Varios temas se habían acumulado. Por un lado, en las puertas de la Cámara andaluza se concentraba parte de la plantilla de Acerinox tras no alcanzarse un acuerdo en las negociaciones. Y por otro, la petición del PSOE para crear una comisión de investigación por los contratos de emergencia y por el fichaje, de momento en el aire, por parte de Asisa al exgerente del SAS.

También lleva días coleando la polémica por los contratos con la Real Federación Española de Fútbol para las obras del Estadio de la Cartuja y el conflicto protocolario entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía en el último partido de la Copa del Rey.

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En concreto, sobre la posición que debían tener en el palco en el citado estadio la vicepresidenta María Jesús Montero, que acudió por Pedro Sánchez, y el presidente andaluz, Juanma Moreno, junto al monarca Felipe VI.

Esta última cuestión ha salido en varias intervenciones en el Parlamento andaluz. Moreno habló de "maltrato a instituciones andaluzas" por parte de Pedro Sánchez al enviar a la vicepresidenta del Gobierno, la sevillana María Jesús Montero, e intentar desplazarlo como "máxima autoridad andaluza".

Sin embargo, también aprovechó para lanzarle una advertencia al líder socialista, Juan Espadas: "Yo me preocuparía, porque María Jesús Montero no viene a por mí".

La posibilidad de que Montero se presente a las elecciones andaluzas planea siempre que se acerca el momento de votar en clave autonómica, aunque ahora abarca mayor poder institucional y orgánico que nunca a nivel nacional.

Recientemente en un foro informativo lanzó la expresión: "Que se prepare Moreno Bonilla para las próximas elecciones". Sin embargo, parece que no tiene ninguna intención de presentarse en clave autonómica ni a quitarle el puesto a su compañero Juan Espadas.

Otra cosa es lo que quisieran algunos militantes al convertirse en el principal ariete de Juanma Moreno cada vez que pisa terreno andaluz, prácticamente todas las semanas.

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Por su parte, Juanma Moreno dejó esa expresión ahí y siguió defendiendo su posición respecto a la citada polémica: "Soy el máximo representante del Estado, el anfitrión y patrocinador, siempre he ocupado el lugar que me corresponde a la derecha del Rey". Sin embargo, finalmente, tuvo que sentarse al otro lado.

"Nadie se imagina al presidente del Gobierno desplazando al lehendakari o al presidente catalán. ¿Por qué una andaluza viene a desplazar al representante de todos los andaluces?". Fue ahí cuando le lanzó la advertencia a Juan Espadas.

Por su parte, Juan Espadas defendió la decisión del protocolo, de la Casa Real en la final de la Copa del Rey y recordó la posición que ocuparon en otras legislaturas anteriores vicepresidentes como Javier Arenas o Soraya Sáenz de Santa María. También desde Por Andalucía, Inma Nieto, criticó la "polémica" promovida por el Gobierno andaluz.