G. Domínguez
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Las claves

La princesa Leonor pidió este viernes, durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, confiar "en la libertad frente al miedo, en la justicia frente a la arbitrariedad, en la democracia frente a la intolerancia, en el Estado social de derecho frente al abuso del poder y en los derechos humanos frente a la indiferencia".

"Tiene sentido cuidar y defender los valores que, como españoles y europeos, en realidad como ciudadanos de cualquier lugar, nos definen y nos guían", sostuvo durante su tradicional discurso tras la entrega de los galardones.

A esos valores acudió para pedir confianza, pese a que, tal y como explicó, es "consciente de que a veces las palabras pronunciadas en un atril pueden sonar vacías".

"Pero sé también que no está de más repasar y recordar la naturaleza de las dificultades, pero también de las soluciones, e insistir en que no hay fórmulas mágicas para gestionar esa complejidad", agregó.

La heredera de la Corona convirtió su discurso en una carta a cada premiado en estos "tiempos de inmediatez, de fugacidad, de virtualidades y de bits", en un guiño a Byung-Chul Han, ganador del premio en la categoría Comunicación y Humanidades.

Y lo hizo a pesar de que, como comentó, forma parte "de la generación zeta" y es "hija de una equis y de un boomer".

"Tengo la sensación de que una carta permite pararse, profundizar y pensar más. Y como vivimos en la economía de la atención, a ver si soy capaz de retener yo ahora la vuestra", dijo al auditorio.

Al dirigirse a Douglas Massey, ganador del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, ha celebrado que sus estudios sobre las migraciones hayan demostrado que "la complejidad de este fenómeno nos desborda".

"Dice que la inmigración conlleva costes y beneficios, y que el problema es que los costes se producen de forma desproporcionada en el presente y en el ámbito local, mientras que los beneficios se acumulan en el futuro y en el ámbito nacional", ha sostenido la princesa.

"Su trabajo nos permite comprender en toda su dimensión el gran desafío que tienen hoy muchos gobiernos con la inmigración. Ha roto las narrativas simplistas y ha formulado políticas migratorias basadas en datos y no en desinformación", ha celebrado.

Del escritor Eduardo Mendoza, premio Princesa de Asturias de las Letras que ha trufado su discurso con su habitual ironía, ha comentado que le ha "provisto de curiosidad por palabras" que las personas de su generación no conocen."

"Fámula, badulaque, enteco, masovero, chafarrinón", ha enumerado la heredera de la Corona.

"Tu obra es necesaria para saber más, para comprender más, para aparcar el scroll infinito y permitir que la lectura profunda de tus libros nos lleve a hacer inferencias y deducciones", ha reclamado.

La princesa Leonor apuesta por la confianza en la democracia frente a la intolerancia

Durante sus palabras a Han, se ha permitido transgredir los principios del escritor para celebrar un emoticono: "El que tenemos en los móviles en el que al muñequito le explota el cerebro".

Por eso le ha preguntado, apelando a su trabajo, cómo recuperar la trascendencia "si vivimos en un redil digital, hemos vendido el alma a un dispositivo, somos esclavos de la pantalla, nos autoexplotamos para cumplir con las exigencias del rendimiento y la productividad y por la sobrecarga de estímulos descuidamos la reflexión"

Tras su pregunta al filósofo surcoreano, le ha solicitado una respuesta para que la vida no se limite a "la mera satisfacción de necesidades y la exhibición narcisista -en las redes sociales- de un optimismo que confundimos con verdadera esperanza en medio del ruido de los datos y de la información, tan lejos -por tanto- del verdadero conocimiento".

"Entenderá, profesor, que nos quedemos como el emoji al que me refería al principio de esta carta. Busquemos la respuesta en su pensamiento: el tiempo del apresuramiento no es habitable, por eso nos invita, entre otras cosas, a practicar la paciencia y la introspección. Y, sobre todo, la lectura profunda", ha concluido.

Una vez terminada su reflexión, ha pedido "volver a lo esencial" con valores como "el respeto por quienes piensan diferente", la educación, atender a los más vulnerables y "recordar lo que significa tratar bien al prójimo".

Además de Mendoza, Han y Massey, también han sido galardonados la fotógrafa Graciela Iturbide (Artes), el economista y político Mario Draghi (Cooperación Internacional), Serena Williams (Deportes), el Museo Nacional de Antropología de México (Concordia) y Mary-Claire King (Investigación científica y técnica).