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Un informe del Departamento de Seguridad Nacional elaborado con datos de Interior, Defensa o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), subraya el incremento de la "violencia" y la "inseguridad" en España debido a las actividades de las mafias del narcotráfico.

Se trata de la nueva Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2025, un plan integral para los próximos cinco años que ha aprobado recientemente el Ejecutivo.

Seguridad Nacional reconoce que el crimen organizado internacional provoca "efectos colaterales", "el aumento en la inseguridad ciudadana y, en ocasiones, una afectación a la vida y salud de las personas".

Por ello, el documento dice que "se hace necesario un tratamiento integral que contemple a todos los colectivos afectados".

Estas conclusiones del informe contrastan con los mensajes triunfalistas del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que viene reivindicando como logro de su gestión un descenso de la criminalidad.

"El crimen organizado y la delincuencia grave están íntimamente relacionados con el incremento de la violencia tanto a nivel interno como externo", señala el escrito.

El informe evidencia que "las aprehensiones de todo tipo de armas, los ajustes de cuentas, los ataques contra las fuerzas y cuerpos de seguridad, personal de aduanas, portuario, etc., así como los robos con violencia entre redes criminales están siendo una constante".

Los datos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reflejan que el número de organizaciones criminales identificadas en nuestro país en los últimos años se mantiene estable.

Tal y como publicó EL ESPAÑOL, en torno a 500 clanes y bandas criminales operan en nuestro país, que se ha convertido en un enclave estratégico para el narcotráfico internacional.

Por ello, las organizaciones criminales en España proceden de hasta una treintena de países.

Los organismos nacionales dedicados a combatir el crimen organizado y la delincuencia grave centran sus esfuerzos en tratar de desarticular las estructuras existentes para evitar que se consoliden y arraiguen.

"España ha conseguido mantener un nivel de violencia contenido de la criminalidad organizada, demostrando la eficacia de sus medidas preventivas y represivas, implementando planes concretos en zonas altamente afectadas", señala la nueva estrategia contra el crimen organizado.

"No obstante", prosigue el informe, "la virulencia demostrada por el crimen organizado en otros países de nuestro entorno evidencia que aún queda un margen de mejora y se requiere potenciar el principio de autoridad de todas las instituciones implicadas".

"En el marco estratégico, la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia grave necesita de un enfoque multidisciplinar e internacional, requiriendo de una capacidad de anticipación frente a amenazas criminales transnacionales", continúa.

Esta anticipación depende, según el Departamento de Seguridad Nacional, "de un intercambio ágil y sistemático de inteligencia con otros países, incluyendo también los de origen y los de refugio de los autores, aprovechando para ello nuestra representación oficial en cada país".

Esta violencia se ha visto ya en episodios que han tenido que sufrir agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como la tragedia de Barbate o en numerosos sucesos que mayoritariamente han tenido lugar en el litoral peninsular.

Incremento de la delincuencia

Los últimos datos del balance de criminalidad del Ministerio del Interior, correspondiente al segundo trimestre de 2025, confirman un preocupante incremento de los delitos más graves en España. Una realidad que contrasta con el discurso del Gobierno, que presume de la seguridad en las calles.

Los delitos más graves nuevamente se incrementan en el segundo trimestre de 2025: crecen un 11,6% los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa.

Los delitos de lesiones y riña tumultuaria alcanzan los 14.366, un 4,1% más que en el mismo periodo de 2024, así como los secuestros, que aumentan un 8,2%.

Los delitos contra la libertad sexual (+5,3%), las agresiones sexuales con penetración (+7,3%) son otros datos alarmantes.

Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno en 2018, los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa suben un 19,5%; los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, un 11,3%; los delitos contra la libertad sexual se incrementan un 8,2%, con un repunte del 14,6% en las agresiones sexuales con penetración; mientras que el tráfico de drogas registra un incremento del 9,8%.