P.T.
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España ha pasado de fase de 'preemergencia' a 'estado de alerta y seguimiento permanente', dando por finalizada la peor parte del episodio de incendios forestales más trágico y devastador la historia reciente del país.

En el último mes se han quemado más de 300.000 hectáreas, cifra que se eleva a las más de 400.000 si se tienen en cuenta las arrasadas por las llamas desde inicios de año.

En total, el balance de daños humanos ha sido de cuatro víctimas mortales y 48 heridos, según ha informado en una comparecencia de prensa la directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación (Cecod).

Barcones ha afirmado que anoche se acordó que las circunstancias habían mejorado lo suficiente como para pasar de fase. Sin embargo, "el fuego continúa y por eso nadie puede bajar la guardia".



El nuevo estado de alerta y seguimiento permanente decretado por el Cecod implica que el Gobierno seguirá coordinando y poniendo a disposición de las comunidades todos los medios con los que cuenta en la lucha contra los incendios.

Balance de agosto

En este 'agosto negro' ha habido 93 incendios forestales comunicados al Cecod, 59 de ellos en los que se ha llegado a declarar la situación operativa dos de preemergencia.

De esos 93 fuegos, 39 han sido lo que se considera "grandes incendios" por haber arrasado más de 500 hectáreas (ha.). A falta del recuento final, los datos del satélite Copernicus apuntan a más de 300.000 ha. de devastación, ha subrayado la directora de Protección Civil en su balance.

El pasado 16 de agosto fue el peor día, con 23 fuegos en situación operativa dos, 12 en Castilla y León, 5 en Galicia, 3 en Extremadura, 2 en Asturias y 1 en Cantabria.

De momento, hay 57 personas detenidas y 142 personas investigadas por estos episodios.

Precedidos de una anomalía meteorológica

Los veinte días en los que las llamas han arrasado parte de España vinieron precedidos de una "gran anomalía meteorológica" en las zonas afectadas. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió el primer aviso especial por ola de calor el 31 de julio y lo siguió actualizando de forma diaria hasta su fin, el 18 de agosto.

La ola de calor ocurrida esos días "ha sido la más intensa y la tercera en duración desde, al menos, 1975. Cuatro de sus días fueron récord de día cálido desde que hay registros en los años 50 del siglo pasado", ha destacado Barcones.

"La presencia de una masa de aire africano, una elevada insolación, temperaturas muy altas y ratios de humedad muy bajos dificultaron la estabilización de los incendios", ha agregado.

A ello se sumaron rachas fuertes de viento y tormentas secas cambiantes, que contribuyeron a empeorar la situación, particularmente los días 12 y 13 de agosto que fueron "los más adversos".