El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y agencias similares de otros doce países, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, firman un informe que acusa a varias empresas chinas de perpetrar ciberataques para espiar a gobiernos extranjeros y sectores económicos críticos.
EL ESPAÑOL ha tenido acceso a dicho dosier, de 37 folios, que también rubrican el FBI (la agencia de investigación federal de Estados Unidos) y la NSA, la agencia de seguridad nacional del país.
Las empresas chinas identificadas en el informe son las siguientes: Sichuan Juxinhe Network Technology Co. Ltd., Beijing Huanyu Tianqiong Information Technology Co. Ltd. y Sichuan Zhixin Ruijie Network Technology Co. Ltd.
Las tres proporcionan productos y servicios cibernéticos al Ministerio de Seguridad de China y a su Ejército.
El documento también lo suscriben agencias de Inteligencia de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, República Checa, Finlandia, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos y Polonia.
Por su parte, el Gobierno español sigue defendiendo sus contratos con la empresa china Huawei. Especialmente, el adjudicado para la gestión y almacenamiento de las escuchas policiales.
El pasado 5 de agosto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pidió al PP "no alarmar inútilmente", porque la seguridad "está garantizada".
Fernando Grande-Marlaska, titular de Interior, departamento del que dependen los policías, aseguró que Huawei no tendrá acceso a los datos sensibles, porque los custodian la Policía y la Guardia Civil.
No obstante, la empresa china sufre ciertos vetos y restricciones en Estados Unidos por posibles amenazas a la seguridad.
En el mencionado informe, fechado este miércoles, no aparece en ninguna ocasión el nombre de Huawei.
Pero sí se advierte de "amenazas persistentes avanzadas patrocinadas por el Gobierno chino" y que se dirigen contra redes de telecomunicaciones, sistemas gubernamentales, de transporte, alojamiento e infraestructura militar.
El robo de datos, obtenidos de proveedores de Internet y de telecomunicaciones, así como de empresas de alojamiento y transporte, tendría un fin claro. "En última instancia, proporcionar a los servicios de Inteligencia chinos la capacidad de identificar y rastrear las comunicaciones y los movimientos de sus objetivos en todo el mundo", concluye el dosier.
"Colaboración estrecha"
El informe explica que estos ataques se dirigen, de forma primordial, contra los "principales proveedores de telecomunicaciones", pero "también aprovechan dispositivos comprometidos y conexiones confiables para acceder a otras redes". "Suelen modificar los enrutadores para mantener un acceso persistente y a largo plazo", avisa el informe.
"Los ataques indiscriminados de Pekín a comunicaciones privadas requieren de una colaboración más estrecha entre socios para identificar y contener esta actividad en sus fases iniciales", ha esgrimido en un vídeo el responsable de la división cibernética del FBI, Brett Leatherman.
Por su parte, el jefe del Centro Nacional de Ciberseguridad de EEUU, Richard Horne, ha considerado "crucial" que todos los sectores "presten atención a este aviso internacional" con vistas a evitar "vulnerabilidades".
Entre sus recomendaciones, "perseguir de manera proactiva la actividad maliciosa" en el ciberespacio y revisar las redes de manera periódica para detectar cualquier señal de "actividad inusual".
