El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) certificó en 2022 la seguridad de las cámaras de videovigilancia de la empresa china Hikvision, compradas de forma masiva por el Gobierno, pese a estar vetadas por Estados Unidos, Reino Unido o el Parlamento Europeo por suponer una amenaza contra la seguridad nacional.
El certificado acreditativo al que ha podido acceder EL ESPAÑOL lleva la firma de Esperanza Casteleiro, secretaria de estado directora del CNI.
Los servicios de inteligencia validaban tres modelos distintos de los dispositivos de vigilancia de la empresa china, cuya sede está en la ciudad de Hangzhou, tal y como quedó reflejado en la publicación de la misma en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En un informe de 12 páginas, el CNI certificaba que la seguridad del producto "Hikvision Network Camera Series DS-2CD5, DS-2CD7 y PTZ version 1.1" cumplía con lo especificado en la Declaración de Seguridad de referencia, según exigen las garantías definidas en las normas de garantía habituales para la ciberseguridad
El certificado oficial de seguridad emitido por los servicios de inteligencia cuenta con el número CCN-CC-25/2022. Fue emitido el 2 de junio de ese mismo año.
La acreditación con la firma de la directora del CNI.
"Teniendo en cuenta las evidencias obtenidas durante la instrucción de la solicitud de certificación del producto Hikvision Network Camera Series, se propone una resolución positiva", determinó la resolución del CNI.
La validación de los servicios de inteligencia era de carácter técnico, pero se producía al mismo tiempo que algunas de las primeras potencias del mundo señalaban esta y otras compañías chinas como una "amenaza para la seguridad nacional", debido a sus vínculos con el régimen de Pekín.
También en aquel entonces los servicios de inteligencia, el Departamento de Seguridad Nacional, las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior alertaban contra China, país al que se considera desde hace al menos un lustro una amenaza para la estabilidad de España y la OTAN.
En la documentación que el CNI remite regularmente a Moncloa, los espías vienen subrayando desde hace años que los agentes chinos están "muy activos" en España y tratan de "ejercer presión" para obtener influencia e información confidencial en las esferas de poder.
Las conclusiones del CNI sobre China figuran en el Informe Anual de Seguridad Nacional 2022, 2023 y 2024, el último publicado hasta la fecha: "Los SI (servicios de inteligencia) de China siguen muy activos en la obtención de información sobre decisiones de la UE y de la OTAN, especialmente las relativas a la posición de la UE en temas de interés para China, y a la posible proyección de la Alianza Atlántica en el ámbito Indo-Pacífico".
Según ya ha publicado EL ESPAÑOL, pese a las advertencias del Centro, el CNI decidió validar la acreditación de las cámaras de Hikvision.
"Sigue creciendo el empleo por parte de los SI chinos de agentes 'no tradicionales', tanto para la obtención de información, especialmente en el ámbito científico/tecnológico, como para la injerencia en decisiones de la Administración que afecten a los intereses de China", se dice en la documentación del Departamento de Seguridad Nacional.
"Los objetivos [de China] están enfocados a la obtención de información política, militar o científico-tecnológica, así como a la construcción de redes de influencia en las altas esferas de poder político y económico, con capacidad para ejercer presión sobre temas de especial interés o sensibilidad", advierte el CNI.
"Estas actividades encuentran un mayor grado de optimización del éxito cuando se combinan con otras, como el uso de la colonia china residente en España, del poder blando en el terreno sociocultural o la recepción de inversión china que pueda suponer una oportunidad económica y financiera para nuestro país", añade el último documento del CNI, elaborado en 2024.
Cámaras compradas por el Gobierno
Como ha informado este periódico, el Ministerio del Interior y otras entidades de la Administración General del Estado llevan años comprando cámaras de videovigilancia para distintos organismos gubernamentales a esta compañía china, Hikvision, vetada en Estados Unidos, Reino Unido o el Parlamento Europeo por constituir una amenaza para la seguridad nacional.
Una de esas compras es la que sirvió para colocar en el vallado fronterizo de Ceuta y Melilla, una de las infraestructuras más sensibles del Estado, cámaras de videovigilancia de esa empresa.
Dosier del pliego de contratación en el que se describe que las cámaras Hikvision son las utilizadas en el vallado fronterizo.
Según este documento, formalizado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska, en 2021 se procedió a sustituir las cámaras de videovigilancia de la frontera y del circuito cerrado de televisión de la valla "debido a la obsolescencia del equipo".
En aquel momento la inteligencia estatal ya conocía y había alertado de las intenciones del espionaje chino en Occidente, y más concretamente dentro de nuestras fronteras.
En España, esas cámaras son también utilizadas, según los numerosos pliegos analizados por EL ESPAÑOL, por entidades como el Departamento de Seguridad de la Presidencia del Gobierno, Renfe, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Hacienda y Correos, entre otros organismos y entidades a nivel estatal, autonómico, provincial y local que disponen de esta tecnología.
"Desconfianza"
Distintas fuentes en los servicios de inteligencia han manifestado en los últimos días a EL ESPAÑOL el malestar y "profunda desconfianza" hacia esta y otras empresas tecnológicas chinas, señaladas por sus vínculos con el Partido Comunista Chino.
Esta compañía es uno de los fabricantes y proveedor que lideran a nivel mundial la producción de productos de videovigilancia, tanto para fines civiles como militares. Sin embargo, en los últimos años algunas de las principales potencias occidentales han roto lazos con esta firma.
Uno de esos países es Canadá, cuyo gobierno ordenaba este mismo año al proveedor chino que cesara en sus operaciones locales. Hace apenas unas semanas, su ministra de Industria señaló que, tras diversos análisis internos, las operaciones con esta compañía "serían perjudiciales para la seguridad nacional" del país.
Ya en el año 2019, la Casa Blanca incluyó a esta firma en su lista negra de empresas vetadas y bloqueadas en EEUU. Tres años después, en noviembre de 2022, Washington vetaría la importación de equipo de vigilancia de Hikvision y Dahua por presentar "un riesgo inaceptable de seguridad nacional".
En 2021, el Parlamento Europeo votó a favor de retirar las cámaras de Hikvision un año después de instalarlas. Así se decidió debido a "los abusos contra los derechos humanos". Esto se logró a través de una enmienda aprobada con el voto a favor del 89,4% de los 701 eurodiputados.
Al año siguiente, el gobierno del Reino Unido ordenaba a los distintos departamentos ministeriales que dejasen de instalar cámaras de vigilancia fabricadas por esta y otras empresas chinas en lugares "sensibles" por motivos de seguridad, por temor a que estas firmas se vieran obligadas a compartir información con los servicios de inteligencia de Pekín.
Lo mismo anunció Australia en febrero de 2023. Pese a ello, el Centro Nacional de Inteligencia no ha tenido problema de dar una validación técnica a las cámaras que durante todos estos años ha adquirido el Gobierno de forma masiva e ininterrumpida.
