Arnaldo Otegi está dispuesto a apretarle las tuercas a Pedro Sánchez en el momento más crítico del presidente socialista desde que llegó a la Moncloa. Y escenifica un amago de ruptura.
Y mientras con una mano reclama nuevas exigencias al presidente del Gobierno -entre ellas "un estado plurinacional"-, con la otra honra a la jefa de ETA Anboto.
Tras revelar este jueves que Santos Cerdán contribuyó a abrir una vía de comunicación entre Bildu y el PSOE, Otegi ha exigido poner en marcha "un proyecto democrático, popular y plurinacional" en España.
El líder de Bildu ha admitido que quien le puso en contacto con Cerdán fue Antxon Alonso Egurrola, socio del socialista navarro en los negocios turbios de Servinabar.
Otegi instó ayer al Gobierno a superar la actual situación y a conformar un nuevo proyecto "que aborde de verdad una reflexión sobre el modelo de Estado".
"Hay que poner encima de la mesa un programa de regeneración política que aborde el problema de la plurinacionalidad del Estado español y haga frente al bloque reaccionario de la derecha", añadió.
El dirigente proetarra trata de aprovechar así la debilidad del Gobierno tras el encarcelamiento de Santos Cerdán, mano derecha de Sánchez en el partido y, también, en las negociaciones con Otegi y con Carles Puigdemont.
Mientras Otegi elevaba el listón de sus reivindicaciones a Sánchez, Bildu colocaba una pancarta a favor de la etarra María Soledad Iparraguirre Guenechea, Anboto, en el balcón del Ayuntamiento de Escoriaza (Guipúzcoa).
La pancarta honraba a una etarra con cinco asesinatos, nueve condenas y condenas que suman 794 años y 8 meses de prisión, con ocasión del arranque de las fiestas patronales.
Relación con Otegi
Santos Cerdán conoció a Otegi cuando este salió de la cárcel en 2016. Desde entonces su contacto sirvió tanto para preparar la moción de censura a Mariano Rajoy como para mantener a Sánchez en el sillón de la Moncloa.
Fruto de la buena relación del PSOE y Bildu surgieron los pactos para el acercamiento de los etarras al País Vasco y Navarra. Lo confirma la declaración del propio Cerdán ante el juez Leopoldo Puente el pasado lunes.
"Las relaciones con Bildu también las he pilotado yo desde el principio, consiguiendo un buen nivel de interlocución y de acuerdos", dijo al juez.
Cerdán confirmó también al magistrado del Tribunal Supremo que fue su socio Antxon Alonso, con el que compartía la sociedad Servinabar, el que le abrió las puertas de la formación radical vasca.
"Él me puso en contacto con la dirección de Bildu; es del mismo pueblo de Arnaldo Otegi y se conocían. En este caso yo ya tenía interlocución con la dirección de Navarra, pero no lo había tenido con la dirección nacional de Bildu", declaró.
De esta manera, Otegi expuso este jueves en San Sebastián su descontento con un Ejecutivo al que su formación ha venido apoyando desde 2024, incluso cuando ya se conocía buena parte del escándalo del caso Koldo y la implicación de Santos Cerdán.
Otegi evitó revelar si Bildu mantendrá su apoyo al Gobierno. Sin embargo, días atrás ya lanzó una advertencia: "El argumento de que la alternativa de la derecha es peor ya no vale".
"Ha habido un bloque circunstancial que apoyó la investidura, un pegamento basado en 'los otros son peores', pero esto ya no vale, es imposible sostener una acción de gobierno solo con ese argumento", precisó Otegi en su primera intervención pública en la que valoró la corrupción que salpica a la cúpula del PSOE.
