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Fernando Merino, socio de Santos Cerdán y exdirector de Acciona para Navarra y La Rioja, recibió el año pasado un contrato por valor de 96.000 euros adjudicado por la empresa pública Tragsa, que depende del Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero.

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de datos del Portal de Contratación del Sector Público, el contrato era para la ejecución de la estructura de hormigón y forjado para la obra del Centro de Visitantes Conejeras en el TM Parauta (Málaga).

Está financiado por los fondos Next Generation de la UE, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. El coste de la obra adjudicada asciende a 96.272,87 euros.

Mediante un concurso público, Tragsa adjudicó la obra a la empresa MER Construcciones y Mantenimiento SL, compañía de Fernando Merino a la que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hace referencia tanto en el informe que ha propiciado la imputación de Santos Cerdán, como en el oficio de los registros de distintos inmuebles asociados a la trama.

El contrato fue firmado el 19 de agosto de 2024, seis meses después de que fuera detenido Koldo García Izaguirre en el marco de la investigación que dirige la UCO.

Adjudicación a la empresa de Fernando Merino. EL ESPAÑOL

Según el Registro Mercantil, la compañía de Fernando Merino tiene una plantilla de 22 empleados. Su actividad es la "intermediación y coordinación en la prestación de servicios relativos al estudio y asesoramiento, redacción de proyectos, control, ejecución y desarrollo de todo tipo de obras, tanto privadas como públicas, así como al asesoramiento técnico en ingeniería, medioambiente y seguridad laboral".

A la UCO le llama la atención que haya sido Tragsa la entidad pública que adjudicó el contrato. Se trata de la misma empresa (que depende del Ministerio de Hacienda a través de la UCO) en la que fue colocada Jésica Rodríguez, una de las amigas íntimas del exministro José Luis Ábalos.

En el foco de la UCO

Concretamente en la filial Tragsatec. Gracias a la mediación de Koldo, Ábalos había colocado anteriormente a Jésica en otra empresa pública, Ineco.

El empresario Fernando Merino se encuentra bajo el foco de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desde hace meses.

Los investigadores le señalan como pieza clave del caso. Como averiguaron hace tan solo unos días, fue él quien realizó la reforma del chalé que Koldo García compró en Polop de la Marina (Alicante), donde reside a día de hoy.

Al registrar la casa de este empresario, la UCO halló "diversa documentación relacionada con la obra efectuada por MER Construcción" en la casa del que fuera mano derecha del exministro José Luis Ábalos. También encontraron facturas y la "copia de un contrato de construcción y reforma", con fecha 4 de enero de 2021.

En aquel momento, Koldo García trabajaba en el Ministerio de Transportes como asesor de Ábalos. Una vez concluida la reforma, puso la casa a nombre de su hermano Joseba, en un movimiento interpretado por la UCO como un intento de ocultación de su incremento patrimonial ilícito.

El informe de la Guardia Civil que se conoció la semana pasada ha propiciado todo un seísmo que amenaza al PSOE y al presidente del Gobierno. En él se describen pormenorizadamente los inicios de una organización criminal enraizada en los últimos 11 años en la cúpula del PSOE.

En el origen de ese triángulo corrupto formado por Koldo, Ábalos y Cerdán se encuentra un proyecto que propició que todos ellos conocieran a un alto cargo de Acciona Construcciones en Navarra, Fernando Merino.

En los registros, los investigadores accedieron a la casa de Merino. Allí intervinieron documentación relacionada con distintas adjudicaciones millonarias a las que Acciona concurrió en UTE junto a Servinabar 2000 SL, la empresa en la que Santos Cerdán posee el 45% del accionariado (según otro documento hallado ahora por la UCO).